How do I live [Priv.]

Como habíamos hablado anteriormente, Glenn estaba recapitulando toda su vida. Estaba en constante búsqueda de las decisiones que lo habían convencido de ser homosexual; y lo estaba haciendo, especialmente después de investigar los motivos más comunes para ser… “homosexual”. Decían que principalmente, una persona podía confundirse (no exactamente todos, pero sí podría haber confusión), era porque sus padres estuvieron ausente y provoca pérdida de identidad. Aunque claro, que Glenn creía que en la mayoría de los casos, eso no definía para nada a los homosexuales, aunque nunca tuvo una pareja formal, ni nada, bueno, ni una pareja. Pero constantemente se encontraba viendo a chicos y chicas por sus cuerpos y por lo que hacían, era sumamente extraño. Dejó escapar un suspiro, había pensado en irse al parque para pensar en la vida y ser todo un filósofo. Dejó escapar otro suspiro y se sentó en una banca.

Había miles de pensamientos en su cabeza, así que volvió a levantarse y caminó hacia el puesto de helado. En ese momento había miles de chicas y miles de faldas danzando por el lugar. Glenn estaba observando curiosamente, pero sin sentir interés real. Fue por una nieve con el heladero que estaba en el centro. Pidió una nieve de cereza, tenía un curioso color rosa que provocaba algunas miradas sobre él, pero poco le importaba. Él amaba las cerezas. Y cuando giró el rostro, se encontró con algo peculiar. Una hermosa chica con cabellos celestes e increíblemente llamativa. Glenn nunca ha sido muy dado a la conversación, así que no sabía qué hacer en ese momento. ¿Ir a hablarle? ¿Quedarse como idiota mirando? Ninguna de las dos parecía suficientemente buen motivo para ir hacia ella.

No perdía nada acercándose, así que fue eso exactamente lo que hizo. Caminar hacia ella y tocarle el hombro sutilmente, con el corazón latiendo fuertemente y sin saber exactamente qué era lo que iba a decir. Porque enserio, ¿qué era lo que iba a decir? Se quedó en silencio uno segundos con su mano en el hombro de la muchacha. Se ruborizó y comenzó a entrar en pánico. —Eh… Hola. En realidad no sé qué decir, deberías olvidar esto.— Ligeramente afligido, se regañó mentalmente, ay dios, si Janice le viera, lo molestaría por siempre. Él lo sabía. Sería malo. Se alejó, lentamente. Pero intensamente avergonzado.

Acababa de llegar a la ciudad hacia relativamente poco, aun debía de esperar que la Academia en la que se encontraba le proporcionar un amo o ama al que servir durante su estancia, así podría pagar sus propios gastos y no tendría que molestar a su hermano mayor. Al recordar a este, me entristeci un poco no entedia, le dolía en cierta manera haberse tenido que separar de su hermano de aquella forma, pero sabía que era por el bien de los dos, su hermano tambien tenia su vida por delante y debía de hacerla, no podía estar siempre pendiente a ella.

Cerre por un momento los ojos para intentar tranquilizarme y dejar de pensar en aquello. Iba a aprovechar el día para poder hacer un poco de turismo por la zona y así tener la oporuntidad de conocer la ciudad, seguramente cuando tuviera a su amo o ama, debería de hacer recados en la ciudad para alguna orden así que era mejor estar preparada. Pero necesitaba conocer un poco la zona, por lo que había comprado un mapa y ahora me encontraba sentada en uno de los bancos que había en un inmenso parque de la ciudad, mientras miraba un poco aquel mapa, con intenciones de intentar entenderlo.

- La ciudad parece que es mas grande de lo que pense..-murmure para mi misma y fue cuando sentí que una mano tocaba mi hombro, me sobresalte un poco y gire algo nerviosa para ver quien me había tocado, fue cuando me encontre con un chico de cabellos oscuros que estaba mirandome fijamente y juraría que sus mejillas se habían tornado un poco rojas en aquel momento- Hola...-respondí de forma algo timida y tambien sorprendida por aquella situación, pues tras aquello lo único que había mencionado es que lo olvidara ¿que había pasado en aquel momento?...no comprendía nada, pero aquel chico parecía preocupada por algo o tal vez me había confundido con tra persona.

No estaba segura de que era lo que estaba sucediendo, pero me sentía un poco preocupada por si le pasaba algo a aquel chico, casí de un salto me levante del asiento y corrí casi por impulso hacía donde el se encontraba, hasta que conseguí atrapar su camisa con una de mis manos. Fue justo en ese momento que me di cuenta de que era lo que acababa de hacer, casí de inmediato solte su camisa y baje un poco la mirada, algo sonrojada y timida.

- P-perdón es que....parecía que querías hablar, pero te has ido de repente...-en verdad no sabía que era lo que debía de decir, eleve levemente la vista hacía arriba para ver de nuevo a los ojos del chico, esperando que mi atrevimiento no hubiera sido muy grande- No quiero molestar de verdad..pero parecías aturdido ¿te encuentras bien? - agarre fuerzas para poder preguntarle aquello mientras, miraba fijamente a su ojos, aunque con mis mejillas aun sonrojadas.

¿Cómo se justifica el quedarse mirando a una chica linda como idiota? ¿Existe una forma de justificar su mirada encima de la chica? No, él no está seguro de ello, pero si tiene miedo de haber quedado como un idiota frente al intento de hablar con alguien. Se lamió los labios, tenía que aprender a tranquilizarse porque no estaba haciendo nada inteligente al limitarse de esa forma. No sabía porque había hablado con la chica en primer lugar, de hecho debió haberse detenido. Pero es que ella era completamente linda, era diferente a todo lo que hubiera visto en su vida y él quería saber si estaba bien querer hablar con ella.
Dejó escapar un suspiro tan pronto como se alejó de aquella preciosa chica, no era apropiado que se acercara de esa forma y se preguntaba porque no recordaba ninguna forma sencilla de acercarse a la gente. Es que en realidad, nunca se había acercado a nadie, ¿qué era lo que la gente siempre hacía en la películas para hablar con alguien? Al demonio, quizás lo mejor era alejarse en ese momento, no entendía de qué forma funcionaban las relaciones humanas. Le pediría a Janice que comprara un libro para esclarecer mejor el asunto.

No tuvo más tiempo para pensarlo, cuando se dio cuenta de que alguien se había casi estampado contra él y que le sujetaba con fuerza de la camisa. Se ruborizó al girar la mirada suavemente hacia atrás y encontrarse con los cabellos de la linda chica a la que había abordado en su intento de hablar con alguien. Se quedó en silencio, claramente ruborizado. Ella le soltó y bajó la mirada, él no entendía porque se estaba dirigiendo a él, ¿le había molestado o incomodado?

—Oh.— Exclama, su mano se coloca en su rostro, cubriendo sus mejillas ruborizadas, tocando su dorso con los labios. Y luego, habló con su mano en su rostro.—Es solo que nunca había hablado con alguien y me avergoncé un poco.— Bajo la mirada y luego la levantó de nuevo. ¿Cómo podía estar tan nervioso si no sabía si las chicas le gustaban?— Soy Glenn, mucho gusto.—Su voz tembló un poco pero ofreció la mano.