Some different [Priv. Marina o... Marino?]

Había sido una larga semana, Nikolas se había lanzado a la cama antes de que el día de Halloween iniciara, la verdad es que sabía que no se perdía de mucho. En su grupo hacían un desmadre cada vez que el día de Halloween llegaba y como Niko había tenido muchos ensayos y muchos trabajos, prefirió ir a dormir temprano y solamente disfrutar de la fiesta que daría la academia y no quedarse a disfrutar de la pre-fiesta. Además, había invitado a Marina a invitarle al baile o lo que sea. Había preparado un disfraz de pirata, porque claro, él amaba los piratas. Y lo había dejado preparado en el respaldo de una silla en su habitación…

Algo mágico y peligroso se movió dentro de su propia habitación, algo que le daría un nuevo significado a ese día. Cuando despertó, se sintió extraño; no podía explicar que era lo que se sentía extraño y definitivamente no pudo averiguarlo hasta que abrió los ojos. Se levantó, sintiendo algo en el pecho, algo que definitivamente no estaba ahí antes… Y tenía algo de cabello en la frente, eso era normal considerando su larga melena, pero en aquel momento era más largo que lo habitual, era algo extraño. Intuitivamente se llevó las manos al pecho, sintiendo dos suaves y grandes bultos. Y miró hacia abajo, agradeciendo de haber dormido con una camisa y no con el torso desnudo como hacía habitualmente, notando dos bolas hinchadas que resaltaban (algo que claramente no estaba ahí) y emitió un ruido intenso. Un grito de terror. Entonces, volvió a tumbarse en la cama, pensando que era una pesadilla.

La segunda vez que despertó, dos horas después… Las bolas infernales seguían ahí. Ya no gritó, pero si se levantó de la cama, viendo como los boxers se le caían. ¿Qué podría ponerse? Pero, sobre todo ¿cómo iba a bañarse? Bien, sería una misión suicida de la que no hablaría con nadie en el mundo, especialmente no con Marina. El baño fue muy incómodo. Nikolas había considerado ponerse lentes oscuros para no ver nada, pero si era algo permanente lo vería tarde o temprano. Postergó su reunión con Marina todo lo que pudo, pero le envió un mensaje que decía ‘No puedo verte hoy, es un desastre’. Se había secado el cuerpo con más incomodidad que antes, aquellos bultos eran molestos y dolían, cada vez eran más complicados de manejar y cada vez que sus manos rozaban con ellos, sus mejillas se ruborizaban.

Se puso el traje con bochorno total, había amarrado las cosas infernales con una venda, hasta que quedara completamente ajustado. Y se había recogido el cabello como habitualmente lo hacía, pero se veía diferente. Se quedó esperando a Marina en el lugar donde se habían citado. Se sentía diferente, se veía diferente. Algo era diferente. Esperaba que Marina tuviera la solución para ser normal.