• Actividad #3: "¡Adrenalina en verano!" [CERRADO]

Aquel día por la mañana el joven Tachibana había despertado con unos ánimos mas sobresalientes que los días anteriores, era muy cierto que el viaje estaba llegando a su fin y que ya pronto estarían de regreso a la rutina diaria pero por aquel día en particular se iban a realizar una serie de actividades las cuales estaba esperando con ahínco. La primera de ellas era la tan divertida carrera a tres piernas, esta actividad era muy ocupada dentro de los institutos de su país y verla fuera de el sin duda alguna le traía cierta nostalgia pero sobre todo mucha felicidad.

-Lo mejor será que me prepare lo antes posible, si quiero conseguir pareja lo mejor será ser de los primeros en llegar.- Se dijo a sí mismo con un tono de voz muy alegre mientras se levantaba de un brinco de la cama para caminar hacia el balcón, el cual afortunadamente daba hacia la playa donde se podía apreciar perfectamente los lugares donde se llevarían a cabo las actividades. Los cuales parecía que ya estaban listos con mucho tiempo de antelación por parte del staff, aun no se veía gente por el lugar por lo que le daría tiempo perfecto a darse una rápida ducha.

-Buenos días.- Saludo amablemente al personal que aun se encontraba realizando algunas labores finales cuando llego a la playa en el lugar donde se llevaría a cabo el evento, para facilitar la actividad Makoto se visto con una playera ligera de tirantes y unos cómodos shorts. Quería mantenerse fresco para la carrera mientras aguardaba a que comenzaran a llegar los demás para ver con quien podría formar equipo, durante lo que iba el viaje había tenido la oportunidad de conocer a varias personas nuevas pero con nadie había quedado aun para participar en la carrera a tres piernas.

Me había levantado bastante temprano aquel día, pero me daba pereza incorporarme de la cama, por lo que me quedé un tiempo bastante considerable en cama haciendo la muy interesante tarea de observar el techo de la habitación en la que me hospedaba. De un momento sonreí con picardía y me estiré sobre las sábanas. Ahora que lo recordaba, aquel viaje ya estaba llegando casi a su fin y por el momento nadie me había molestado ni dado con mi paradero... Bueno, un factor a mi favor bien podría haber sido que desde que llegué había hecho bien en mantener mi celular apagado. ¡Qué hermoso se sentía estar aislada y sentirse plena! Ya cuando volviera me encargaría de dar cuentas a quienes tuviera que dárselas... por ahora, disfrutaría de los momentos que aún me quedaban. Me incorporé de mi cama casi de un brinco, sintiéndome de muy buen humor y con ánimos de forma casi instantánea, y me preparé para la siguiente ronda de actividades de aquel día. Al parecer primero sería una carrera de tres pies y después un concurso de trajes de baño... No entendía exactamente qué se debía hacer en la primera prueba, me resultaba una actividad totalmente ajena y lo único que tenía en claro era que tenía que conseguir una pareja. Lo segundo era fácil hacerse una idea, y aunque sí iba a participar, lo haría con la simple idea de divertirme porque dudaba que tuviera oportunidades de salir victoriosa: no poseía gracia, ni un cuerpo escultural, sobre todo no llevaba conmigo trajes de baños que fuesen muy elaborados. ¿Qué más daba? Era por diversión, di-ver-si-ón.
Salí del baño vistiendo un top top negro y unos cómodos shorts de mezclilla blanca, debajo de este atuendo llevaba un bikini negro sencillo. Calcé unas zapatillas deportivas y salí rumbo a la playa con la cabellera rojiza húmeda por la ducha y mis gafas para el sol cubriendo mis ojos. Sobre mi hombro llevaba una pequeña bolsa en la que guardaba unas sandalias, toalla y botella de agua, indispensable para no deshidratarse con aquel caluroso clima.
Una vez en la playa, observé a la gente trabajando en los últimos detalles para los eventos y sólo en ese momento me percaté en lo temprano que había llegado. Bueno, eso no importaba, podía dar una vuelta por la orilla del mar mientras llegara la hora indicada. O ese había sido mi plan inicial hasta que mi rojiza mirada se topó con la silueta de alguien que no me resultaba nada extraño. Sonreí radiante y eché a correr hacia su encuentro, llegando por detrás de él y rodéandole el cuello con uno de mis brazos al tanto que exclamaba jubilosa:
-¡Ya encontré a mi pareja para la carrera de tres piernas! -le sonreí con auténtica alegría- ¡Hola Mako! Te perdí el rastro desde hace un par de días, así que me da mucho gusto volver a encontrarte por estos rumbos -en esos momentos me percaté de que el joven castaño no iba solo y pestañeé un par de veces con sorpresa antes de dedicarle a la chica de cabellera rubia, a la que no conocía de nada, una amistosa sonrisa- ¡Hola! A ti no te conozco así que me presento, soy Tasha -le guiñé el ojo de forma divertida.