• Actividad #1: "Arribo a nuestro destino" [CERRADO]
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Re: • Actividad #1: "Arribo a nuestro destino" [CERRADO]
No me faltaba mucho para al fin encontrarme bajo el resguardo de la recepción cuando escuché voces por detrás de mí, a unos cuantos metros más allá de donde estaba. Hubiera sido lógico que mi mente las bloqueara, debido a que no era la única que había tomado el viaje a la playa y había una considerable cantidad de personas, de ambos sexos y distintas edades, disfrutando de la emoción que el momento y el lugar proporcionaban. No, no fueron las voces en sí lo que atrajo mi atención, sino el tono alterado en las mismas lo que hizo que volteara a ver por encima del hombro con un nudo formado en la garganta. No era dada a las peleas, desde muy niña siempre me habían disgustado y siempre que podía evitarlas, lo hacía sin dudarlo. Era por ello que mi refugio más querido siempre fue el ático de mi casa, donde podía pasar horas escondida mientras evitaba a alguno de mis hermanos y sus palabras hirientes. Porque deseaba no verme involucrada en una discusión y ser lastimada en el proceso, por eso. En otras circunstancias hubiera pasado de largo y puesto la mayor distancia posible entre aquellos que mantenían una discusión y yo, deseosa de no ser testigo de ello. Sin embargo la visión de un chico en específico me hizo, en un inicio, abrir los ojos ligeramente ante la sorpresa y el desconcierto y, en última instancia, dejar caer mis pertenencias y echar a correr hacia él y los otros en un acto meramente impulsivo. Sólo había visto una sola vez en mi vida al joven de cabellos color azabache, sin embargo no había olvidado su nombre, tal cual como se lo había prometido.
-¡Nikolas! -Por fortuna mis pies no hicieron ninguna de las suyas y pude llegar sin tropiezo alguno al pequeño grupo de personas que lo rodeaban a él, a una mujer y a dos jóvenes de cabellera rubia. No me interesaba saber qué fue lo que sucedió con exactitud, sólo quería sacarlo de allí con la menor cantidad posible de problemas. ¿Por qué? No lo sabía con exactitud... Realmente no lo conocía del todo, sólo habíamos pasado el rato juntos una tarde en la que sin querer le había estado espiando mientras tocaba. Aunque yo sí recordara su nombre, era lo más probable que él se hubiera olvidado del mío porque... ¿Qué clase de impresión podría darle alguien como yo a personas como él? No había nada en mí que pudiera dejar una marca duradera en las personas, por lo que no me resultaría extraño el que no recordara siquiera haberme visto alguna vez. Pero aún así quería ayudarlo, esa era la sensación que me había inspirado desde el primer momento en que nuestras miradas se cruzaron, y eso no había cambiado con el pasar del tiempo. Ahora, al mirarle de cerca, me daba cuenta de ello. Me detuve sólo un segundo para recuperar el aliento y después me abrí paso entre los chicos hasta llegar al centro del círculo y sin darme real cuenta de lo que estaba haciendo, tomar la mano de Nikolas con la mía para atraer su atención y después mirar a los demás que allí estaban. Por las palabras que había alcanzado a escuchar dichas por la profesora Hikaru, supuse que el que había iniciado con el malentendido había sido precisamente el pelinegro, por lo que incliné ligeramente la cabeza a modo de arrepentimiento y humildad- Lamento muchísimo lo sucedido, fue mi culpa, yo... yo no debí dejarle solo -no me consideraba una persona que mintiera, de hecho me desagradaba hacerlo al menos que fuera por el bien de alguien cercano. No me preocupaba en lo más mínimo que la culpa recayera en mí, sino el empeorar la situación y que Nikolas se exaltara más de lo que ya se encontraba. Pero ya estaba dicho, no podía echarme para atrás. Giré suavemente hacia el chico rubio de menor estatura y volví a inclinarme en son de disculpas- Muchas gracias por tu comprensión, y una sincera disculpa por lo sucedido... por favor, que esto no impida que sigas disfrutando de tus vacaciones... -sujeté con un poco más de fuerza la mano de Nikolas para infundirle confianza y le miré, implorándole con la mirada al tanto que susurraba muy quedo, sólo para que él me escuchara- Por favor, acepta el dulce y vámonos de aquí, te lo ruego...
-¡Nikolas! -Por fortuna mis pies no hicieron ninguna de las suyas y pude llegar sin tropiezo alguno al pequeño grupo de personas que lo rodeaban a él, a una mujer y a dos jóvenes de cabellera rubia. No me interesaba saber qué fue lo que sucedió con exactitud, sólo quería sacarlo de allí con la menor cantidad posible de problemas. ¿Por qué? No lo sabía con exactitud... Realmente no lo conocía del todo, sólo habíamos pasado el rato juntos una tarde en la que sin querer le había estado espiando mientras tocaba. Aunque yo sí recordara su nombre, era lo más probable que él se hubiera olvidado del mío porque... ¿Qué clase de impresión podría darle alguien como yo a personas como él? No había nada en mí que pudiera dejar una marca duradera en las personas, por lo que no me resultaría extraño el que no recordara siquiera haberme visto alguna vez. Pero aún así quería ayudarlo, esa era la sensación que me había inspirado desde el primer momento en que nuestras miradas se cruzaron, y eso no había cambiado con el pasar del tiempo. Ahora, al mirarle de cerca, me daba cuenta de ello. Me detuve sólo un segundo para recuperar el aliento y después me abrí paso entre los chicos hasta llegar al centro del círculo y sin darme real cuenta de lo que estaba haciendo, tomar la mano de Nikolas con la mía para atraer su atención y después mirar a los demás que allí estaban. Por las palabras que había alcanzado a escuchar dichas por la profesora Hikaru, supuse que el que había iniciado con el malentendido había sido precisamente el pelinegro, por lo que incliné ligeramente la cabeza a modo de arrepentimiento y humildad- Lamento muchísimo lo sucedido, fue mi culpa, yo... yo no debí dejarle solo -no me consideraba una persona que mintiera, de hecho me desagradaba hacerlo al menos que fuera por el bien de alguien cercano. No me preocupaba en lo más mínimo que la culpa recayera en mí, sino el empeorar la situación y que Nikolas se exaltara más de lo que ya se encontraba. Pero ya estaba dicho, no podía echarme para atrás. Giré suavemente hacia el chico rubio de menor estatura y volví a inclinarme en son de disculpas- Muchas gracias por tu comprensión, y una sincera disculpa por lo sucedido... por favor, que esto no impida que sigas disfrutando de tus vacaciones... -sujeté con un poco más de fuerza la mano de Nikolas para infundirle confianza y le miré, implorándole con la mirada al tanto que susurraba muy quedo, sólo para que él me escuchara- Por favor, acepta el dulce y vámonos de aquí, te lo ruego...
Marina Valentine
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Re: • Actividad #1: "Arribo a nuestro destino" [CERRADO]
—No me ha incomodado, señorita.
No sabe si se le puede llamar incomodidad pero está seguro que sólo siente cierto rechazo a la caridad. Porque mendigar y que las cosas sean gratis, no es algo que le agrade. Mucho menos cuando vivió toda su infancia en la pobreza, eso le hace sentir un desagradable recuerdo. Así que si ahora puede tener sus cosas, ¿por qué depender de otros? Los aromas le cosquillean la nariz, era un distintivo aroma vegetal y salino, oyendo el paulatino ritmo de las olas.
Al parecer la amabilidad de la chica no tenía límites. Está halagado. En mucho tiempo no se había topado con alguien tan considerado, después de él. Asintió sin rastro de poder negarse, porque se había acostumbrado a los pasillos de la Academia pero ahora estar en una zona desconocida le pone en alerta.
—Le debo las gracias por su inesperada cortesía. Aunque a veces me disgusta las atenciones de las personas, cómo si no pudiera hacer nada por mí mismo, ¿entiende a lo qué me refiero?
Cuando quiso hablar con la otra chica, ya había presentido que una ráfaga de aire fue levantada.
—¿Se fue la señorita que nos acompañaba? Debió de haber sentido pena.
Su bastón blanco estaba doblado en la mochila que carga encima ¿Hubiera estado bien llevarlo en la mano? Para él no, golpear alumnos que están amontonados no era un buen plan. Igualmente, su andar era seguro, cómo si supiera a dónde ir. No lo sabe. Sólo sigue las voces. Y entre aquellas distingue más sobre otras, cómo la discusión de un joven con otro, luego un matiz de voz más adulta. No se detuvo. Confiaba en que la profesora podría resolverlo. Era triste saber que algunas personalidades chocaban cómo polos y se repelen al menor intento de acercarse.
Guardó silencio, siempre fue de escuchar antes que hablar, además de que ya ha dicho suficientes palabras, dando paso al asilamiento. De a poco, percibe la sombra de un techo exterior que permitía descansar al estar frente a las puertas del establecimiento.
Enseña su mano, con la intención de que su nueva acompañante tuviera la oportunidad de ayudarle a entrar. Las palabras no le salieron, sólo se muestra apacible.
Invitado
Re: • Actividad #1: "Arribo a nuestro destino" [CERRADO]
En otros tiempos probablemente me hubiera causado emoción el viajar de aquella manera, no porque estar rodeada de personas fuera mi mayor predilección, de hecho siempre he huido de las grandes masas a favor de mi propia privacidad e intimidad. No... no era por ello. Siempre me había quejado de seguir la misma rutina impuesta por mis protectores, siempre me había quejado de lo aburrido que me resultaba sin poder apreciar realmente aquellas ropturas, por más mínimas que fueran, de mi acontecer diario. El sacarle las canas a Sergei siempre había sido mi mayor deleite desde que fue nombrado mi guardaespaldas a la muerte de su padre, y nunca supe realmente atesorar los momentos que había pasado a su lado. Nuestro tiempo compartido en Japón, en la academia, en el baile... Negué con violencia y planteé ambos pies sobre la tierra, tanto literal como metafóricamente hablando. ¿Qué me estaba pasando? Yo había sido la causante de aquella soledad que me rodeaba... Siempre me creí sola, sin nadie a mi alrededor que me pudiera comprender. Por eso creí que destituir a Sergei de su puesto como mi guardaespaldas y regresarlo de vuelta a Japón con el resto de los Sumiyoshi no me resultaría ningún cambio significante. Ahora... ahora sabía lo que realmente significaba la soledad pura.
Una vez fuera del camión cerré los ojos momentáneamente, permitiendo que la brisa despejara todo pensamiento y recuerdo de mi mente. Era lo mejor así, aunque era cierto eso de que uno descubría el valor de las cosas cuando ya no las tenemos con nosotros, también era cierto que, precisamente porque el hombre significaba mucho en mi vida, deseaba protegerle de cualquier mal. Sobre todo si ese mal provenía de mí. Si se hubiera mantenido a mi lado, de una u otra forma le hubiera terminado por lastimar tal como ya lo había hecho antes con otras personas igual de valiosas para mí en el pasado. Sí... fue la mejor decisión que pude haber tomado, aunque eso significara que yo terminaría muriendo sola, pero ese era mi destino y nadie más tenía porqué compartirlo conmigo.
Me hice una alta coleta con mi cabellera castaña para que el intenso clima no fuera aún más asfixiante, me dirigí hacia la zona donde entregaban el equipaje y tomé la única mochila que llevaba conmigo, colgándomela al hombro antes de reanudar mi camino, como todos los demás a mi alrededor, hacia la recepción. No valía la pena pensar en ello, y aunque quisiera engañarme a mí misma, como siempre, de que sola estaría bien, de que aquel absurdo viaje a la playa resultaría una interrupción agradable a mi rutina solitaria, sabía de antemano, y con creces, que no era así. Aunque fingiera que sería la experiencia más emocionante de mi vida, ya tenía en cuenta, sin aceptarlo, que sólo resaltaría aún más mi soledad, que nunca podría disfrutar del momento sin mi compañero de andanzas a un lado...
Pero eso era lo que se me daba mejor, mentir. Siempre lo haría, porque era lo único que sabía hacer bien.
Sumergida como estaba en mis propias cavilaciones y siendo arrastrada por aquel torbellino de sentimientos y emociones que no sabía todavía cómo controlar, en mi distracción y sin ser esas mis intenciones, choqué contra la espalda de alguien frente a mí. Apreté la quijada con fuerza, reprendiéndome internamente por mi propia estupidez.
-Disculpe, no fue mi intención... -mascullé entre dientes, sin desear alzar la mirada para verle y haciéndome a un lado para reanudar mi camino, pero un mechón de largo cabello blanco que vi de reojo hizo que quedara paralizada y sin poder reaccionar como era debido.
Una vez fuera del camión cerré los ojos momentáneamente, permitiendo que la brisa despejara todo pensamiento y recuerdo de mi mente. Era lo mejor así, aunque era cierto eso de que uno descubría el valor de las cosas cuando ya no las tenemos con nosotros, también era cierto que, precisamente porque el hombre significaba mucho en mi vida, deseaba protegerle de cualquier mal. Sobre todo si ese mal provenía de mí. Si se hubiera mantenido a mi lado, de una u otra forma le hubiera terminado por lastimar tal como ya lo había hecho antes con otras personas igual de valiosas para mí en el pasado. Sí... fue la mejor decisión que pude haber tomado, aunque eso significara que yo terminaría muriendo sola, pero ese era mi destino y nadie más tenía porqué compartirlo conmigo.
Me hice una alta coleta con mi cabellera castaña para que el intenso clima no fuera aún más asfixiante, me dirigí hacia la zona donde entregaban el equipaje y tomé la única mochila que llevaba conmigo, colgándomela al hombro antes de reanudar mi camino, como todos los demás a mi alrededor, hacia la recepción. No valía la pena pensar en ello, y aunque quisiera engañarme a mí misma, como siempre, de que sola estaría bien, de que aquel absurdo viaje a la playa resultaría una interrupción agradable a mi rutina solitaria, sabía de antemano, y con creces, que no era así. Aunque fingiera que sería la experiencia más emocionante de mi vida, ya tenía en cuenta, sin aceptarlo, que sólo resaltaría aún más mi soledad, que nunca podría disfrutar del momento sin mi compañero de andanzas a un lado...
Pero eso era lo que se me daba mejor, mentir. Siempre lo haría, porque era lo único que sabía hacer bien.
Sumergida como estaba en mis propias cavilaciones y siendo arrastrada por aquel torbellino de sentimientos y emociones que no sabía todavía cómo controlar, en mi distracción y sin ser esas mis intenciones, choqué contra la espalda de alguien frente a mí. Apreté la quijada con fuerza, reprendiéndome internamente por mi propia estupidez.
-Disculpe, no fue mi intención... -mascullé entre dientes, sin desear alzar la mirada para verle y haciéndome a un lado para reanudar mi camino, pero un mechón de largo cabello blanco que vi de reojo hizo que quedara paralizada y sin poder reaccionar como era debido.
Julietta Tescotti
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Re: • Actividad #1: "Arribo a nuestro destino" [CERRADO]
El tiempo de verano se estaba comenzando a notar cada vez con más intensidad que otros años pues los rayos del sol que llegaba a las ventanas del estudio de danza hacían que el calor se encerrara provocando algunos pequeños casos de deshidratación con algunos danzantes e inclusive había algunos que preferían estar ensayando en la azotea sin sombra que estar encerrados en un horno con el calor humano produciendo mas calor que el que se podría aguantar... Por suerte para todos los de aquel taller comenzaban las vacaciones!! Y mas aun muchos se habían inscrito al viaje a la playa de la zona ~
Por un momento Eri se había arrepentido de haberse inscrito al viaje, pues en la playa no podía estar con zapatos ocultando las heridas que el baile le producía a como avanzaba el tiempo pero aun así decidió inscribirse pues el estar casi sola dentro de la institución no le hacia mucha gracia dentro de su cabeza. Sin tanto preámbulo tomo su ropa de playa, pero al pasar por su traje de baño una mueca se formo en sus labios …No estaba segura si iba ir a playa, eso significaría mostrar su pies lastimados al mundo.
Tanto su compañera de habitación como las de las habitaciones de a los lados iban a ir al viaje asi que para levantarse no hubo mucho problema pues el ruido que hacían todas buscando cosas de ultimo minuto provocaban que el sueño no volviera a su mente por lo que decidió levantarse de la cama y arreglarse para partir al hotel ~
El camino fue largo y un poco tedioso pero al menos podía sentir como todo el stress que había acumulado por el ciclo escolar se iba alejando, al menos ya no sentía tanta presión en los hombros…
Por un momento Eri se había arrepentido de haberse inscrito al viaje, pues en la playa no podía estar con zapatos ocultando las heridas que el baile le producía a como avanzaba el tiempo pero aun así decidió inscribirse pues el estar casi sola dentro de la institución no le hacia mucha gracia dentro de su cabeza. Sin tanto preámbulo tomo su ropa de playa, pero al pasar por su traje de baño una mueca se formo en sus labios …No estaba segura si iba ir a playa, eso significaría mostrar su pies lastimados al mundo.
Tanto su compañera de habitación como las de las habitaciones de a los lados iban a ir al viaje asi que para levantarse no hubo mucho problema pues el ruido que hacían todas buscando cosas de ultimo minuto provocaban que el sueño no volviera a su mente por lo que decidió levantarse de la cama y arreglarse para partir al hotel ~
- ropa de eri:
- Spoiler:
El camino fue largo y un poco tedioso pero al menos podía sentir como todo el stress que había acumulado por el ciclo escolar se iba alejando, al menos ya no sentía tanta presión en los hombros…
Invitado
Re: • Actividad #1: "Arribo a nuestro destino" [CERRADO]
Salvatore solía asistir a la gran mayoría de actividades organizadas por los directivos de la academia, mayormente por deseo de su padre que del propio y por lo mismo sus ánimos en ese tipo de cosas no eran los mejores, incluso en algunos eventos se retiró antes debido a la falta de interés adquirida sobre la marcha. El paseo veraniego no sería la excepción, pensaba el zorro, quien esperaba paciente en uno de los últimos asientos del bus a que este llegara a su destino. Salvatore conocía de sobra el sitio a donde irían, muchas veces fue allí de niño tras la partida de su hermana en un intento de Leone por alegrarle los veranos, por lo que mayor sorpresa sobre la zona no había para él.
En el viaje se la pasó leyendo entretenido 'La historia de O' por Dominique Aury , de la cual se enteró hacía poco de una película homónima bastante vieja. Nada le distrajo de aquella lectura y consiguió terminar el libro con bastante tiempo de sobra ya que el viaje duró bastante más de lo que pensó. Durante el tiempo sobrante se dedicó a mirar por la ventana sin prestar atención a quienes estuviesen a su lado o frente a él, se le veía aburrido. Al llegar a la zona prevista, se levantó dejando que descendiera gran parte de las personas a bordo, tomó su maleta y la bajó del compartimiento dedicado a guardar los artículos personales. — Al menos no son demasiados para esta ocasión... — masculló tras bajar con tranquilidad del bus. Observó a las personas avanzar y les siguió dejando la maleta en el suelo para aprovechar las pequeñas ruedas de la misma.
Avanzó a paso rápido y poco le importó la vista a su alrededor, podría decirse con propiedad que estaba de un humor muy malo con solo mirar su expresión y la forma en que avanzaba. Iba bastante atrás en la fila de personas y detuvo su avance próximo a llegar al sitio de descanso, miró un tumulto de personas y notó cierta hostilidad, pero no se acercó a ellos e incluso buscó el rodearles para seguir avanzando. No contó con que alguien chocara con él, causándole gran sorpresa al voltear a ver quien había sido — Julieta... — murmuró al ver el rostro de la castaña, por pocos momentos le costó reconocerla al tener esta el cabello atado. Salvatore igual lo tenía sujeto, mas en un agarre mas suelto que el ajeno — ¿Desde cuándo tan cortés conmigo? — puso ambas manos sobre el asa de la maleta, la cual sobresalía por al menos treinta centímetros. Salvatore le miró con fijeza y tras algunos momentos retomó el habla — No creí que fueses a venir — sonrió suave tras decir aquella frase, siendo la primera sonrisa que se atrevió a mostrar ese día -más que nada por su mal ánimo a que otra cosa- y volteó casi por completo para poder verle mejor.
Atuendo
En el viaje se la pasó leyendo entretenido 'La historia de O' por Dominique Aury , de la cual se enteró hacía poco de una película homónima bastante vieja. Nada le distrajo de aquella lectura y consiguió terminar el libro con bastante tiempo de sobra ya que el viaje duró bastante más de lo que pensó. Durante el tiempo sobrante se dedicó a mirar por la ventana sin prestar atención a quienes estuviesen a su lado o frente a él, se le veía aburrido. Al llegar a la zona prevista, se levantó dejando que descendiera gran parte de las personas a bordo, tomó su maleta y la bajó del compartimiento dedicado a guardar los artículos personales. — Al menos no son demasiados para esta ocasión... — masculló tras bajar con tranquilidad del bus. Observó a las personas avanzar y les siguió dejando la maleta en el suelo para aprovechar las pequeñas ruedas de la misma.
Avanzó a paso rápido y poco le importó la vista a su alrededor, podría decirse con propiedad que estaba de un humor muy malo con solo mirar su expresión y la forma en que avanzaba. Iba bastante atrás en la fila de personas y detuvo su avance próximo a llegar al sitio de descanso, miró un tumulto de personas y notó cierta hostilidad, pero no se acercó a ellos e incluso buscó el rodearles para seguir avanzando. No contó con que alguien chocara con él, causándole gran sorpresa al voltear a ver quien había sido — Julieta... — murmuró al ver el rostro de la castaña, por pocos momentos le costó reconocerla al tener esta el cabello atado. Salvatore igual lo tenía sujeto, mas en un agarre mas suelto que el ajeno — ¿Desde cuándo tan cortés conmigo? — puso ambas manos sobre el asa de la maleta, la cual sobresalía por al menos treinta centímetros. Salvatore le miró con fijeza y tras algunos momentos retomó el habla — No creí que fueses a venir — sonrió suave tras decir aquella frase, siendo la primera sonrisa que se atrevió a mostrar ese día -más que nada por su mal ánimo a que otra cosa- y volteó casi por completo para poder verle mejor.
Atuendo
Invitado
Re: • Actividad #1: "Arribo a nuestro destino" [CERRADO]
Asimilaba el caos impuesto por la pequeña riña. Vigilando, con cierto desagrado, las acciones de mi supuesto sirviente. ¿Era necesario que se hubiera metido también? ¿Era tan necesario que parezca un maldito perro faldero frente aquella profesora? Lo medite con detenimiento. ¿Qué ganaba? Por supuesto, ganarse las alabanzas de todo el mundo. Resoplé molesta. Calzándome y ajustando con un dedo, los lentes al puente de mi nariz pequeña. Aproveché que Shin siguió a las masas, principalmente a la profesora de no sé que cuerno de asignatura, y plantear bien mis posibilidades de hacer una buena sociabilización.
Los humanos son raros de entender. Los pocos seres espirituales que he conocido en Idarion, también tienen lo suyo, ¿y yo? Mejor ni hablar de lo que opinan al conocerme. En eso, una melodiosa voz me interrumpió el hilo de mis pensamientos. Haciendo de que arqueara sutil una ceja, examinándola de paso a ella y a su particular acompañante. Atractivos a su forma. No me evité de concentrarme más, en el factor masculino antes que en el femenino. Igualmente, la chica también poseía un algo magnético, que obligaba en seguida a centrarte en ella.
—Gracias. Eres muy amable—Felicite cortes, escuchando a la joven y observando luego en verificación lo que me dijo. Por lo visto, al menos alguien si contaba con la suerte de tener a una persona tan servicial.—La verdad me has salvado tu y…—Confesé traviesa, sacándome en reflejo con los dedos un mechón invisible de la cara.—¿Su novio? Da igual. Es un gusto conocerlo también. ¿Ya saben donde se van a hospedar? —Luego, volteé a ver de casualidad cómo mi sirviente, agarro de las ropas a un alumno y lo reprendía como si fuera un profesor más. Todo en cuestión de minutos paso. Como la aparición en escena del profesor Helder acompañado de dos alumnas. Internamente, pensé lo siguiente:
“Se abusaran de él, o peor intentaran seducirlo a cualquier costo. ¿Por qué debo sentir la necesidad de parar con todo? Rugir como una hembra alfa. ¡Espera, yo no soy una leona! Borra tales ideas de tu mente, Alexia. Normalízate”
—Sabe, señorita. Podríamos avanzar un poco a nuestro destino. Quizás durante el camino se nos acoplen más personas para charlar. ¿Les parecen?—Pregunté, al tener las manos vacías y emanándole un aura de poderosa complicidad.—Por cierto, me llamo Alexia. ¿Y ustedes?
Invitado
Re: • Actividad #1: "Arribo a nuestro destino" [CERRADO]
Aún no podía reaccionar, mis ojos involuntariamente se abieron por el desconcierto y la sorpresa, sin encontrarme aún preparada para enfrentarme al hombre que tenía frente a mí. Mi nombre siendo pronunciado por aquella voz fue lo que me trajo a la realidad y me percaté que, efectivamente, no era sólo producto de mi desordenada imaginación. Era real, estaba allí frente a mí. Lentamente alcé la mirada hasta que mis ojos castaños se encontraron con los violáceos de él y dediqué un par de segundos en su contemplación, sin atreverme a decir palabra alguna por temor a que la realidad cayera sobre mí junto con todo el peso de la crueldad. ¿Cuántos años habían pasado ya desde la última vez que había contemplado las facciones del contrario con aquella libertad? Hacía tanto que incluso a mi memoria le costaba mucho devolverme el recuerdo con nitidez. Sin embargo tenía que recuperarme, tenía que volver a alzar mi fachada de chica fría e indiferente. Tenía que apurarme en entretejer mis mentiras antes de que el peliblanco se diera cuenta de la naturaleza de estas. Fingir, había nacido para hacerlo.
-Sin importar que seas tú u otra persona, si cometo un error debo disculparme con la debida propiedad; esa fue la educación que recibí por parte de mis tíos. No es como si tú fueras precisamente una persona especial a la que excluyera de tal trato -argumenté de forma serena, carente de emoción alguna y logrando al fin que mis ojos transmitieran nada más que neutralidad. Esperaba que no fuera demasiado tarde y que Salvatore no hubiera sido capaz de ver la soledad que iluminaba mi mirada hacia poco. Él, menos que nadie, debía enterarse de la farsa que era Julieta Sumiyoshi. Le miré de reojo, con semblante imparcial antes de reanudar mi marcha rumbo a la recepción. En lo más profundo de mí deseaba a toda costa separarme de su lado, olvidarme de aquel indeseable encuentro y seguir con lo planeado, pero tampoco podía permitir que él se percatara de tan desesperado deseo por lo que me vi obligada a mantener la calma y el paso normal y constante, permitiéndole seguir a mi lado si ese era el querer ajeno. Tal como estaban mis emociones, no era lo más sensato mantener un enfrentamiento con aquel Lobbosco... pero sólo si veía la batalla totalmente perdida sería cuando me retiraría, mientras pudiera seguir luchando me mantendría en pie para demostrarle que su presencia no era suficiente para desestabilizarme... O eso quería creer al menos- Creí que sería... entretenido asistir al viaje, un poco de aire nuevo no puede hacerle daño a nadie, supongo -le miré de reojo una vez más, guardándome una mueca de amargura para mí al hacerlo- Y supongo también que tú estás aquí porque... tu padre te lo pidió, como siempre, para salvarguardar la reputación de la prestigiosa familia Lobbosco...
-Sin importar que seas tú u otra persona, si cometo un error debo disculparme con la debida propiedad; esa fue la educación que recibí por parte de mis tíos. No es como si tú fueras precisamente una persona especial a la que excluyera de tal trato -argumenté de forma serena, carente de emoción alguna y logrando al fin que mis ojos transmitieran nada más que neutralidad. Esperaba que no fuera demasiado tarde y que Salvatore no hubiera sido capaz de ver la soledad que iluminaba mi mirada hacia poco. Él, menos que nadie, debía enterarse de la farsa que era Julieta Sumiyoshi. Le miré de reojo, con semblante imparcial antes de reanudar mi marcha rumbo a la recepción. En lo más profundo de mí deseaba a toda costa separarme de su lado, olvidarme de aquel indeseable encuentro y seguir con lo planeado, pero tampoco podía permitir que él se percatara de tan desesperado deseo por lo que me vi obligada a mantener la calma y el paso normal y constante, permitiéndole seguir a mi lado si ese era el querer ajeno. Tal como estaban mis emociones, no era lo más sensato mantener un enfrentamiento con aquel Lobbosco... pero sólo si veía la batalla totalmente perdida sería cuando me retiraría, mientras pudiera seguir luchando me mantendría en pie para demostrarle que su presencia no era suficiente para desestabilizarme... O eso quería creer al menos- Creí que sería... entretenido asistir al viaje, un poco de aire nuevo no puede hacerle daño a nadie, supongo -le miré de reojo una vez más, guardándome una mueca de amargura para mí al hacerlo- Y supongo también que tú estás aquí porque... tu padre te lo pidió, como siempre, para salvarguardar la reputación de la prestigiosa familia Lobbosco...
Julietta Tescotti
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Re: • Actividad #1: "Arribo a nuestro destino" [CERRADO]
¡Al fin el día había llegado! ¡Al fin, al fin y al fin! ¿Cuánto tiempo había esperado por aquel momento? ¡Toda mi vida, podía apostarlo! Estaba tan emocionada que incluso podría asegurar que sólo unos cuantos podían rivalizar realmente con la hiperactividad que estaba mostrando en ese momento. Además, independientemente de mi anhelo por pasar unos días en la playa a pesar de lo poco acostumbrado que estaba mi organismo a aquellos climas debido a que provenía de fríos, también me excitaba la idea de conocer e interactuar con otras personas. No tenía mucho de haber ingresado a la academia como estudiante de música y todavía no se me presentaba la oportunidad de hacer amigos, por llamarle de algún modo. Además ser la vocalista de una banda en ascenso y una espiritual de las sombras no ayudaban en lo más mínimo, sobre todo la última: la gente tendía a huirme sin razón aparente. Pues bueno, al menos aquellos días no sería de ese modo, me encargaría de que así fuera... Con sólo una persona que quisiera pasar el tiempo conmigo tendría más que suficiente.
Había hecho un esfuerzo sobrehumano al tratar de guardar mi impaciencia a lo largo del trayecto y cuando al fin arribamos, tuve que hacer otro esfuerzo aún mayor en contenerme y no ser la primera en salir corriendo para descender del transporte. Tenía que guardar la calma y las apariencias, debía recordar que viajaba de "incógnito". 'Avalanche', el nombre de nuestra banda, aún no era nombre tan reconocido pero más de alguno en la isla era fan de nuestra música y no podía arriesgarme a ser ubicada tan pronto, más que nada porque eso arruinaría mi deseo de ser "lo más normal y parecida a los demás posible", si es que se me podría otorgar dicho calificativo. Además de que había ido de viaje sin consentimiento ni conocimiento de Gerhard. ¿Cómo se pondría cuando se enterara de mi ausencia? Por ahora no deseaba averiguarlo, sólo quería disfrutar del tiempo y las actividades en la playa lo más que pudiera. Ya después tendría que lidiar con dicho obstáculo, ahora definitivamente no.
Fui de las últimas en bajar del autobús debido a que mi asiento se encontraba casi al final de este. pero eso no aminoró mi deseo de sentir la brisa marina y el persistente calor del ambiente. Aunque me diera un golpe de calor, yo seguiría con mis planes tal cual lo previsto. Saqué las gafas oscuras para el sol y me las coloqué, cubriendo mis ojos rojizos con estas, aseguré la gorra negra que tenía sobre mi cabeza y por la cual se escubullían varios mechones cortos de mi cabellera roja, y de un salto bajé el último escalón hacia tierra firme. Miré a mi alrededor, radiante al tanto que lanzaba un suave silbido de deleite. Todo era tal cual como me había imaginado que sería. Mi vista se topó no muy a lo lejos con el semblante de un chico castaño que se me hacía vagamente familiar; cuando le observé con más atención recordé de quién se trataba. Una sonrisa de alegría cruzó por mis labios al tanto que echaba a correr tras él, cargando mi maleta sobre mi hombro izquierdo.
-¡Mako! -Me detuve, ligeramente jadeante, cuando llegué a su lado, y comencé a andar al ritmo del contrario al tanto que no dejaba de mirarlo a través de los cristales oscuros de los lentes. Mi sonrisa no se desvaneció ni un ápice- ¡Hola, Mako! No sabía que también estuvieras inscrito en el viaje a la playa... ¿Te acuerdas de mí? Fui tu cita a ciegas para el evento de San Valentín, hace varios meses atrás.
Había hecho un esfuerzo sobrehumano al tratar de guardar mi impaciencia a lo largo del trayecto y cuando al fin arribamos, tuve que hacer otro esfuerzo aún mayor en contenerme y no ser la primera en salir corriendo para descender del transporte. Tenía que guardar la calma y las apariencias, debía recordar que viajaba de "incógnito". 'Avalanche', el nombre de nuestra banda, aún no era nombre tan reconocido pero más de alguno en la isla era fan de nuestra música y no podía arriesgarme a ser ubicada tan pronto, más que nada porque eso arruinaría mi deseo de ser "lo más normal y parecida a los demás posible", si es que se me podría otorgar dicho calificativo. Además de que había ido de viaje sin consentimiento ni conocimiento de Gerhard. ¿Cómo se pondría cuando se enterara de mi ausencia? Por ahora no deseaba averiguarlo, sólo quería disfrutar del tiempo y las actividades en la playa lo más que pudiera. Ya después tendría que lidiar con dicho obstáculo, ahora definitivamente no.
Fui de las últimas en bajar del autobús debido a que mi asiento se encontraba casi al final de este. pero eso no aminoró mi deseo de sentir la brisa marina y el persistente calor del ambiente. Aunque me diera un golpe de calor, yo seguiría con mis planes tal cual lo previsto. Saqué las gafas oscuras para el sol y me las coloqué, cubriendo mis ojos rojizos con estas, aseguré la gorra negra que tenía sobre mi cabeza y por la cual se escubullían varios mechones cortos de mi cabellera roja, y de un salto bajé el último escalón hacia tierra firme. Miré a mi alrededor, radiante al tanto que lanzaba un suave silbido de deleite. Todo era tal cual como me había imaginado que sería. Mi vista se topó no muy a lo lejos con el semblante de un chico castaño que se me hacía vagamente familiar; cuando le observé con más atención recordé de quién se trataba. Una sonrisa de alegría cruzó por mis labios al tanto que echaba a correr tras él, cargando mi maleta sobre mi hombro izquierdo.
-¡Mako! -Me detuve, ligeramente jadeante, cuando llegué a su lado, y comencé a andar al ritmo del contrario al tanto que no dejaba de mirarlo a través de los cristales oscuros de los lentes. Mi sonrisa no se desvaneció ni un ápice- ¡Hola, Mako! No sabía que también estuvieras inscrito en el viaje a la playa... ¿Te acuerdas de mí? Fui tu cita a ciegas para el evento de San Valentín, hace varios meses atrás.
Natasha Leisser
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Re: • Actividad #1: "Arribo a nuestro destino" [CERRADO]
Comencé a andar al paso tranquilo del profesor De Souza al tanto que lo escuchaba. Mi vista se mantenía hacia el frente del camino, por lo que en determinado momento le dediqué una mirada de reojo una vez terminada su explicación. Admiraba a aquel hombre, a pesar de su inusual situación se mantenía firme y autosuficiente, su andar seguro a pesar de no poder reconocer el territorio y sin ningún apoyo se ganaba por completo mi respeto. Además la determinación que podía sentir emanar de él resultaba contagiosa, provocaba en mi una emoción un tanto difícil de describir, como si yo también fuera capaz de librar cualquier obstáculo que se me presentara en mi camino, por más difícil que este pudiera resultar. Volví a dirigir la mirada al frente y asentí con suavidad, aún si el otro no era capaz de apreciar dicho gesto. Una suave brisa se alzó sobrenosotros y jugueteó un momento con mis cabellos rizados.
-Entiendo lo que me dice, y de alguna manera comprendo su forma de ver las cosas. También me gusta hacer las cosas por mí misma, si no fuera así no me sentiría realizada ni mucho menos satisfecha. Cada quien debe hacerse cargo de sí, sin embargo... tampoco sería justo ni para uno ni para los demás rechazar siempre la mano ajena que se tiende hacia nosotros con buenas intenciones -volteé a verlo y sonreí con suavidad- Hay quienes logran esa satisfacción ayudando a los que les rodean, no sería justo privarles de esa sensación. Aunque claro, ese no es mi caso ni mucho menos... Por lo que no debe agradecer mi cortesía, sencillamente lo hice porque no me era una molestia hacerlo. No me crea tan buena persona... -miré por encima de mi hombro, dándome cuenta que efectivamente la chica de cabellos negros se había esfumado con todo bloqueador. Eso me era indiferente, pues se la había regalado, como tampoco me interesaba demasiado el que no me agradeciera, tampoco se la había dado para que lo hiciera. Sencillamente me pareció curiosa la reacción contraria. Fruncí ligeramente el ceño, pensativa- ¿Demasiado tímida tal vez? Sí, ya se fue pero... noo importa, estoy segura de que nos la encontraremos en más de una ocasión... puede llamarlo presentimiento o lógica, al fin y al cabo viajamos todos en grupo -me encogí de hombros con naturalidad mientras seguía caminando hacia la recepción. Ignoré por completo una discusión que se había formado más allá de nosotros, más que nada porque al parecer alguien ya había logrado poner control al asunto, y tomé poco después del brazo que el profesor me tendía para ayudarle con la escasa distancia que nos faltaba ya de camino- Son tres escalones -avisé mientras que juntos librábamos los mismos. Estiré mi mano libre hasta alcanzar la puerta de vidrio y abrirla. Una vez adentro se pudo apreciar notoriamente la diferencia de clima al estar allí el aire acondicionado en funcionamiento. Suspiré con cierto matiz de alivio al tanto que mi vista se paseaba por todo el lugar hasta hallar a dos personas, encargados de la organización del viaje, con el recepcionista- Al parecer en unos minutos más nos entregarán las llaves de nuestras villas.
-Entiendo lo que me dice, y de alguna manera comprendo su forma de ver las cosas. También me gusta hacer las cosas por mí misma, si no fuera así no me sentiría realizada ni mucho menos satisfecha. Cada quien debe hacerse cargo de sí, sin embargo... tampoco sería justo ni para uno ni para los demás rechazar siempre la mano ajena que se tiende hacia nosotros con buenas intenciones -volteé a verlo y sonreí con suavidad- Hay quienes logran esa satisfacción ayudando a los que les rodean, no sería justo privarles de esa sensación. Aunque claro, ese no es mi caso ni mucho menos... Por lo que no debe agradecer mi cortesía, sencillamente lo hice porque no me era una molestia hacerlo. No me crea tan buena persona... -miré por encima de mi hombro, dándome cuenta que efectivamente la chica de cabellos negros se había esfumado con todo bloqueador. Eso me era indiferente, pues se la había regalado, como tampoco me interesaba demasiado el que no me agradeciera, tampoco se la había dado para que lo hiciera. Sencillamente me pareció curiosa la reacción contraria. Fruncí ligeramente el ceño, pensativa- ¿Demasiado tímida tal vez? Sí, ya se fue pero... noo importa, estoy segura de que nos la encontraremos en más de una ocasión... puede llamarlo presentimiento o lógica, al fin y al cabo viajamos todos en grupo -me encogí de hombros con naturalidad mientras seguía caminando hacia la recepción. Ignoré por completo una discusión que se había formado más allá de nosotros, más que nada porque al parecer alguien ya había logrado poner control al asunto, y tomé poco después del brazo que el profesor me tendía para ayudarle con la escasa distancia que nos faltaba ya de camino- Son tres escalones -avisé mientras que juntos librábamos los mismos. Estiré mi mano libre hasta alcanzar la puerta de vidrio y abrirla. Una vez adentro se pudo apreciar notoriamente la diferencia de clima al estar allí el aire acondicionado en funcionamiento. Suspiré con cierto matiz de alivio al tanto que mi vista se paseaba por todo el lugar hasta hallar a dos personas, encargados de la organización del viaje, con el recepcionista- Al parecer en unos minutos más nos entregarán las llaves de nuestras villas.
Odette Chrysomallis
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Re: • Actividad #1: "Arribo a nuestro destino" [CERRADO]
Tan pronto como había hecho aquello un idiota se le acercó demasiado rápido. La verdad es que odiaba que los idiotas se inmiscuyeran en sus asuntos, pero le ignoró, la verdad es que estaba mejor sin ellos y no quería pasar por más momentos incómodos. Tenía algo conocido como vómito verbal, si había algo que le molestaba y no podía detenerse, dejó escapar un suspiro cuando escuchó como aquel chico quería interferir en sus planes de arruinarle los planes a todos y frunció el ceño. Claro que no se iba a dejar ser el malo de la película con un idiota como ese.
—Tu no te metas donde no te llaman.— Le miró con los ojos fríos.— Y si piensas que das miedo, estás completamente equivocado, apartate.— Fue completamente frivolo, ignorando por completo, la verdad es que a la persona a la que si le hizo caso fue a la maestra. Podía ser todo lo maleducado del mundo, pero nunca estaba bien hablarle mal a una mujer.
Pero aun así se viró hacia el chico rubio, le miró. Tenía ojos cálidos y un cabello amarillo como el sol. Era un chico lindo, tenía unas marcas extrañas en las mejillas, pero a él seguía pensando que era lindo. Además, le había contestado de buen humor a sus palabras groseras a sabiendas de que cualquiera se habría molestado primero en criticarle y hacerle sentir miserable por el mismo motivo, pero estaba alegre de haberse visto rodeado de un chico que desprendía la misma energía que Marina. Esbozó una sonrisa cuando se volvió a mirarle. El regaño de la profesora no se hizo esperar, no recordaba haberla visto lo que le hacía pensar que no era del mismo departamento que él.
—Loreto, Nikolas Loreto.— Aclaró, dando su nombre completo. La verdad es que ahora se sentía un poco avergonzado de su personalidad. Sabía que quizás de esa forma nunca le gustaría a Marina de la forma en que la que esperaba gustarle. Quizás debía tranquilizarse porque de lo contrario no podría acompañar a la chica a la playa y cantarle la canción que tanto tiempo había estado perfeccionando desde que le conoció. A song about love, que en realidad era medio dramática, pero eficaz para expresar sus sentimientos por ella.—No voy a disculparme con ese sujeto.— Murmuró con su voz seca, pero siceante.—Pero, lamento haberte molestado. Tienes razón, estoy pasando por un mal momento y... No importa, lo siento.— Dice mirando al chico de ojos cálidos, de algún modo siente querer protegerlo, porque se parece a ella.
Como si le hubiera invocado apareció en el lugar. Se sorprendió cuando le vio interceptar por él y se ruborizó tragando saliva cuando sus manos se sujetaron. Nunca pensó que avanzaría tanto su inexistente relación. Aceptó el dulce que se le ofrecía y luego le sonrió al rubio que le había agradado, después de todo era parecido a Marina.
—M-marina.— Murmuro.—Eh... Si. Disculpa, enserio.— Bajo la mirada y le revolvió el cabello antes de girarse, de la mano de la chica y salir de aquella estúpida discusión.—Perdón por eso...— Estaba realmente arrepentido, había quedado como idiota frente a Marina.
—Tu no te metas donde no te llaman.— Le miró con los ojos fríos.— Y si piensas que das miedo, estás completamente equivocado, apartate.— Fue completamente frivolo, ignorando por completo, la verdad es que a la persona a la que si le hizo caso fue a la maestra. Podía ser todo lo maleducado del mundo, pero nunca estaba bien hablarle mal a una mujer.
Pero aun así se viró hacia el chico rubio, le miró. Tenía ojos cálidos y un cabello amarillo como el sol. Era un chico lindo, tenía unas marcas extrañas en las mejillas, pero a él seguía pensando que era lindo. Además, le había contestado de buen humor a sus palabras groseras a sabiendas de que cualquiera se habría molestado primero en criticarle y hacerle sentir miserable por el mismo motivo, pero estaba alegre de haberse visto rodeado de un chico que desprendía la misma energía que Marina. Esbozó una sonrisa cuando se volvió a mirarle. El regaño de la profesora no se hizo esperar, no recordaba haberla visto lo que le hacía pensar que no era del mismo departamento que él.
—Loreto, Nikolas Loreto.— Aclaró, dando su nombre completo. La verdad es que ahora se sentía un poco avergonzado de su personalidad. Sabía que quizás de esa forma nunca le gustaría a Marina de la forma en que la que esperaba gustarle. Quizás debía tranquilizarse porque de lo contrario no podría acompañar a la chica a la playa y cantarle la canción que tanto tiempo había estado perfeccionando desde que le conoció. A song about love, que en realidad era medio dramática, pero eficaz para expresar sus sentimientos por ella.—No voy a disculparme con ese sujeto.— Murmuró con su voz seca, pero siceante.—Pero, lamento haberte molestado. Tienes razón, estoy pasando por un mal momento y... No importa, lo siento.— Dice mirando al chico de ojos cálidos, de algún modo siente querer protegerlo, porque se parece a ella.
Como si le hubiera invocado apareció en el lugar. Se sorprendió cuando le vio interceptar por él y se ruborizó tragando saliva cuando sus manos se sujetaron. Nunca pensó que avanzaría tanto su inexistente relación. Aceptó el dulce que se le ofrecía y luego le sonrió al rubio que le había agradado, después de todo era parecido a Marina.
—M-marina.— Murmuro.—Eh... Si. Disculpa, enserio.— Bajo la mirada y le revolvió el cabello antes de girarse, de la mano de la chica y salir de aquella estúpida discusión.—Perdón por eso...— Estaba realmente arrepentido, había quedado como idiota frente a Marina.
Nikolas Loreto
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Re: • Actividad #1: "Arribo a nuestro destino" [CERRADO]
El joven de grandes orbes color olivo estaba tratando de despabilar, ya que el calor del ambiente parecía estar en su contra y hacer todo lo posible para dormirlo de nuevo. Pero ahora se encontraba en aquel ambiente paradisiaco y no tenía contemplado de ninguna manera pasarlo en compañía de Morfeo, por lo que se froto ligeramente el ojo izquierdo para mantenerse despierto.
Aun que para ser realistas aquello no hizo mucho por su sueño, sin embargo lo que si lo despertó fue una voz que decía su nombre. Giro la cabeza sutilmente para mirar por encima de su hombro, pero al parecer la chica venia tan rápido que cuando se percató ya la tenía alado de él. Miro a la chica que parecía estrella de cine protegiendo su identidad de los paparazis, aunque claro estaba que con una piel tan blanca era mejor estar bien protegida.
-Señorita Leisser, pero que maravillosa sorpresa.-
Makoto dio un paso para quedar más cerca de ella para después rodearla con sus brazos y darle un fraternal así como muy agradable abrazo, acto seguido le dio un suave beso en la mejilla derecha y la miro hacia aquellas gafas de color oscuro que cubrian sus hermoso ojos rojizos. No podia verlos en su totalidad pero aun tenia un vago recuerdo de ellos.
-Aquella cita a ciegas fue muy divertida, espero que te haya gustado tanto como a mí. Por cierto Tasha ¿Ya has venido a este lugar con anterioridad?-
Por lo que se podía percibir todo el desfile de: alumnos, profesores y personal de la academia. Se dirigían hacia adentro del lugar a lo que sin duda alguna parecía el Lobby. A pesar de la “pequeña” siesta de Tachibana de alguna manera había conseguido no quedar muy atrás del grupo, regresando a su afortunado encuentro dibujo una hermosa sonrisa para la señorita Natasha y después le dijo:
-Creo que lo mejor será que vayamos caminando a donde se encuentran los demás, lo más probable es que no tarden en asignar las habitaciones.-
- Makoto:
Aun que para ser realistas aquello no hizo mucho por su sueño, sin embargo lo que si lo despertó fue una voz que decía su nombre. Giro la cabeza sutilmente para mirar por encima de su hombro, pero al parecer la chica venia tan rápido que cuando se percató ya la tenía alado de él. Miro a la chica que parecía estrella de cine protegiendo su identidad de los paparazis, aunque claro estaba que con una piel tan blanca era mejor estar bien protegida.
-Señorita Leisser, pero que maravillosa sorpresa.-
Makoto dio un paso para quedar más cerca de ella para después rodearla con sus brazos y darle un fraternal así como muy agradable abrazo, acto seguido le dio un suave beso en la mejilla derecha y la miro hacia aquellas gafas de color oscuro que cubrian sus hermoso ojos rojizos. No podia verlos en su totalidad pero aun tenia un vago recuerdo de ellos.
-Aquella cita a ciegas fue muy divertida, espero que te haya gustado tanto como a mí. Por cierto Tasha ¿Ya has venido a este lugar con anterioridad?-
Por lo que se podía percibir todo el desfile de: alumnos, profesores y personal de la academia. Se dirigían hacia adentro del lugar a lo que sin duda alguna parecía el Lobby. A pesar de la “pequeña” siesta de Tachibana de alguna manera había conseguido no quedar muy atrás del grupo, regresando a su afortunado encuentro dibujo una hermosa sonrisa para la señorita Natasha y después le dijo:
-Creo que lo mejor será que vayamos caminando a donde se encuentran los demás, lo más probable es que no tarden en asignar las habitaciones.-
Makoto
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Re: • Actividad #1: "Arribo a nuestro destino" [CERRADO]
¿Agresividad? Sólo actué acorde a cómo reaccionaría un adulto responsable, lejos de parecer enojado, simplemente hable con seriedad. Gravemente confundida con agresividad. Por lo ahora me hizo fastidiar un poco las palabras de la profesora.
Hice una evidente mueca de hastío. Debe ser una p-u-t-a broma.
—Por supuesto que no puedo meterme dónde no me llaman —contesté entre risas calmadas, sinceramente, era más estúpido que yo—. Aunque… No puedo decir lo mismo de ti, fuiste el primero en hostigar una conversación. Y el ambiente. Pero te recuerdo que soy un mayor, al menos ten un poco de respeto. ¿Miedo? Ni por cerca. —Casi siento lástima, era capaz de tener un arma en la mano y apretar el gatillo en su frente. A sangre fría. Luego veremos si de verdad siente o no miedo. Hasta que veo a la chica irrumpir la escena.
—Tu novio es un grosero —aclaré a la pequeña castaña que apareció de repente. Tenía un gesto desinteresado de si son o no pareja—. Pues yo sí me disculpo contigo, cualquiera puede tener un mal día pero no es necesario descargarse con ajenos —espeté, al menos debía admitir que si pasaba por mal momento, debía tener un poquito más de consideración pese a su desprecio a mí persona de manera irracional. Insolente. ¿Y ahora cambia su humor frente a quién insultó? No me jodas.
—Bien. Todo arreglado. —Seguí caminando, desligándome de la conversación y buscar que fue de mi "queridísima" ama. Al parecer estaba con una joven de mechones rosados, y un heráldico caballero. Nada de qué preocuparme. Igualmente, la actitud del chiquillo me dejó mal sabor en la boca, cómo si me hubiera contagiado su mal humor. Un maldito virus. Quita, quita.
—¿Ha visto, usted? Luego fui yo el “agresivo” —alcé mis cejas, habiendo dejado pasar un largo rato, cómo si ahora fuera un mero comentario en pasado—. Ni yo fui tan bravucón de adolescente. Supongo que era más del tipo: Rompecorazones. Un popular —le comentó a Hikaru, permitiendo que una presumida sonrisa aparezca.
Hice una evidente mueca de hastío. Debe ser una p-u-t-a broma.
—Por supuesto que no puedo meterme dónde no me llaman —contesté entre risas calmadas, sinceramente, era más estúpido que yo—. Aunque… No puedo decir lo mismo de ti, fuiste el primero en hostigar una conversación. Y el ambiente. Pero te recuerdo que soy un mayor, al menos ten un poco de respeto. ¿Miedo? Ni por cerca. —Casi siento lástima, era capaz de tener un arma en la mano y apretar el gatillo en su frente. A sangre fría. Luego veremos si de verdad siente o no miedo. Hasta que veo a la chica irrumpir la escena.
—Tu novio es un grosero —aclaré a la pequeña castaña que apareció de repente. Tenía un gesto desinteresado de si son o no pareja—. Pues yo sí me disculpo contigo, cualquiera puede tener un mal día pero no es necesario descargarse con ajenos —espeté, al menos debía admitir que si pasaba por mal momento, debía tener un poquito más de consideración pese a su desprecio a mí persona de manera irracional. Insolente. ¿Y ahora cambia su humor frente a quién insultó? No me jodas.
—Bien. Todo arreglado. —Seguí caminando, desligándome de la conversación y buscar que fue de mi "queridísima" ama. Al parecer estaba con una joven de mechones rosados, y un heráldico caballero. Nada de qué preocuparme. Igualmente, la actitud del chiquillo me dejó mal sabor en la boca, cómo si me hubiera contagiado su mal humor. Un maldito virus. Quita, quita.
—¿Ha visto, usted? Luego fui yo el “agresivo” —alcé mis cejas, habiendo dejado pasar un largo rato, cómo si ahora fuera un mero comentario en pasado—. Ni yo fui tan bravucón de adolescente. Supongo que era más del tipo: Rompecorazones. Un popular —le comentó a Hikaru, permitiendo que una presumida sonrisa aparezca.
Shin Karazuma
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Re: • Actividad #1: "Arribo a nuestro destino" [CERRADO]
Pensaba que la gente ahí era demasiado ruda, había presenciado una especie de ataque a un chico rubio muy lindo, al que se acercó después de pensarlo un buen rato. Era una chica tímida, pero al menos se acercaba cuando pensaba que era oportuno hacerlo. Dejó escapar un suspiro antes de estirar su mano hacia el chico y tocarle el hombro. Estaba nerviosa, estaba claramente nerviosa porque no sabía de que forma reaccionar estaba demasiado nerviosa, y la verdad aunque sabía que tenía que hacer para relacionarse con los demás y tampoco sabía de que forma podría expresar todas las cosas que quería decir, que quería expresar, todas las cosas que quería hacer en ese viaje tan extraño al que se había apuntado. Aunque ni siquiera era una alumna, necesitaba tomar más fuerza.
Había decidido dejar de ser la persona que era antes. La chica tímida de baja autoestima que todo el mundo veía buscando un amo al cual servir, dejaría de ser esa chica que todo el mundo veía diferente, que todo el mundo usaba de trampolin para llegar a algo mejor. Iba a hacer algo mejor con su vida de ahora en adelante. Así que tocó el hombro y espero a que el joven volteara, iba a iniciar una conversación con él y con la joven de cabellos azulados con la que hablaba.
—H-hola. Soy Via, es mi primer viaje.— Sus mejillas estaban ruborizadas. Desconocía si se había expresado de la forma correcta, pero había dado un paso.—¿N-no estoy incomodando nada, cierto?— Cerró los ojos muy rápido y tembló de nervios.
Había decidido dejar de ser la persona que era antes. La chica tímida de baja autoestima que todo el mundo veía buscando un amo al cual servir, dejaría de ser esa chica que todo el mundo veía diferente, que todo el mundo usaba de trampolin para llegar a algo mejor. Iba a hacer algo mejor con su vida de ahora en adelante. Así que tocó el hombro y espero a que el joven volteara, iba a iniciar una conversación con él y con la joven de cabellos azulados con la que hablaba.
—H-hola. Soy Via, es mi primer viaje.— Sus mejillas estaban ruborizadas. Desconocía si se había expresado de la forma correcta, pero había dado un paso.—¿N-no estoy incomodando nada, cierto?— Cerró los ojos muy rápido y tembló de nervios.
Invitado
Re: • Actividad #1: "Arribo a nuestro destino" [CERRADO]
Estuvo atento a las personas cercanas a él, no le gustaba la situación y no precisamente por el incidente acaecido, sino que el llevar las cosas a un nivel más grave siendo él la persona afectada era desconcertante además de poco grato. Se debatía internamente en si huir de allí y librarse de la atmósfera o si tratar de calmar las cosas. La voz de la profesora le hizo eliminar todo pensamiento al respecto, aunque se tornó un tanto nervioso ante el tono de voz ajeno y simplemente escuchó. Asintió a la pregunta formulada por aquella, Micha ya no estaba molesto si es que el sentimiento que tuvo alcanzaba aquel grado siquiera. Al saber que el chico quedaría con solo el aviso, el joven zorro sonrió hacia el aludido, realmente quería llevarse bien con todos aunque eso fuese bastante difícil.
— ¡Descuida! Todo arreglado, Nikolas — comentó tras haber oído el nombre ajeno — Deberías comer algo, eso siempre anima a la gente — generalizó siendo que era algo que a él le ayudaba con el ánimo. De improvisto llegó una chica castaña aproximándose al chico moreno, Micha se sorprendió y le miró con gran curiosidad. "¿Será su novia?, Oh~ ¡Le viene a ayudar!" meditó el rubio sonriendo ampliamente, llegó a sentirse un tanto mal por hacer que una chica así de linda se preocupase tanto al punto de pedir ella disculpas por otra persona. — N-no fue nada — se le notó nervioso — Espero que por la tarde podamos divertirnos todos juntos — comentó un poco más tranquilo y prefirió no mirarles tanto, seguramente incomodaría a la muchacha.
— ¡Si profesora! — contestó alto y alzó la mano unos momentos ante la maestra, debido a que ese año poco a interactuado Micha con los alumnos no se había topado con esa profesora. Quizás, más tarde, Micha se le acerque si tiene la oportunidad. Volteó nuevamente hacia la chica a quien se había acercado en un inicio, pero en breve escuchó una nueva y tímida voz — ¿Ah? — le costó oír por entera la frase y se movió un poco para no darle la espalda a la de celeste cabello y prestarle atención a la joven que se había acercado — ¡Hola! — no recordaba haberla visto en el bus, probablemente bajó después que él — Via... ¿Via dijiste que te llamabas no? — creía haber oído mal, ladeó el rostro y le extendió la diestra — Soy Micha y tranquila, no interrumpes nada. De hecho, yo no llegué hace mucho al lado de esta chica — a quien señala con la zurda. Notó algo nerviosa a la joven y se le acercó siendo, quizás, una acción que empeoraría aquel sentir. — ¿Estás nerviosa? — le miró atento — ¿Quieres comer un dulce? eso probablemente te calmará... — comentó Micha como si el ingerir azúcar fuese el remedio para todos los males.
— Uhmm ¿sabes? siento que nos hemos visto en alguna parte... bah, será cosa mía — trató de hacer memoria, seguramente le habría visto en las zonas dedicadas a los sirvientes como en la sala de instructivos, pero eso Micha no lo tenía claro al ser muy distraído. — ¿Les parece si entramos ya? — miró como la gente ya iba ingresando a la zona destinada — No quiero perderme nada... ¡vamos, vamos! — tomó de la mano a la joven instándole a avanzar, miró a la chica a quien se acercó en un inicio por si querría ir con ellos o esperaría un poco más.
— ¡Descuida! Todo arreglado, Nikolas — comentó tras haber oído el nombre ajeno — Deberías comer algo, eso siempre anima a la gente — generalizó siendo que era algo que a él le ayudaba con el ánimo. De improvisto llegó una chica castaña aproximándose al chico moreno, Micha se sorprendió y le miró con gran curiosidad. "¿Será su novia?, Oh~ ¡Le viene a ayudar!" meditó el rubio sonriendo ampliamente, llegó a sentirse un tanto mal por hacer que una chica así de linda se preocupase tanto al punto de pedir ella disculpas por otra persona. — N-no fue nada — se le notó nervioso — Espero que por la tarde podamos divertirnos todos juntos — comentó un poco más tranquilo y prefirió no mirarles tanto, seguramente incomodaría a la muchacha.
— ¡Si profesora! — contestó alto y alzó la mano unos momentos ante la maestra, debido a que ese año poco a interactuado Micha con los alumnos no se había topado con esa profesora. Quizás, más tarde, Micha se le acerque si tiene la oportunidad. Volteó nuevamente hacia la chica a quien se había acercado en un inicio, pero en breve escuchó una nueva y tímida voz — ¿Ah? — le costó oír por entera la frase y se movió un poco para no darle la espalda a la de celeste cabello y prestarle atención a la joven que se había acercado — ¡Hola! — no recordaba haberla visto en el bus, probablemente bajó después que él — Via... ¿Via dijiste que te llamabas no? — creía haber oído mal, ladeó el rostro y le extendió la diestra — Soy Micha y tranquila, no interrumpes nada. De hecho, yo no llegué hace mucho al lado de esta chica — a quien señala con la zurda. Notó algo nerviosa a la joven y se le acercó siendo, quizás, una acción que empeoraría aquel sentir. — ¿Estás nerviosa? — le miró atento — ¿Quieres comer un dulce? eso probablemente te calmará... — comentó Micha como si el ingerir azúcar fuese el remedio para todos los males.
— Uhmm ¿sabes? siento que nos hemos visto en alguna parte... bah, será cosa mía — trató de hacer memoria, seguramente le habría visto en las zonas dedicadas a los sirvientes como en la sala de instructivos, pero eso Micha no lo tenía claro al ser muy distraído. — ¿Les parece si entramos ya? — miró como la gente ya iba ingresando a la zona destinada — No quiero perderme nada... ¡vamos, vamos! — tomó de la mano a la joven instándole a avanzar, miró a la chica a quien se acercó en un inicio por si querría ir con ellos o esperaría un poco más.
Invitado
Re: • Actividad #1: "Arribo a nuestro destino" [CERRADO]
El tacto de la dama es cuidadoso, y el invidente apenas demuestra una media sonrisa en señal de benevolencia. Los escalones los sube, usando de apoyo a la menor. Está seguro que luego de esto, es la última cosa que iba a pedir. Y una vez atravesar los umbrales de la recepción, el cambio climático le erizó la sangre. Percibió unas cosquillas vigorizantes que escalaron hasta su mente, también recibiendo un gran confort a su espíritu. El desodorante ambiental, poseía una riquísima fragancia a frutos del bosque. Cómo si se tratase de un bálsamo para el cuerpo luego de haber recorrido un largo desierto.
Incluso los pliegues de sus labios se hallan algo sedientos y no evitó quitarse la mochila para buscar, una refrescante botella de agua. Bebió un largo sorbo, lo necesitaba y apaciguó lo suficiente. Respiró profundamente, luego, extendió la botella amablemente a su nueva amiga. Si es que ya se le podía llamar así pues, es difícil para él llamar así a alguien cuando no se ha forjado todavía una confianza.
—Puedes beber si gustas —habló con suavidad, igual a la seda. Poco a poco recibía de nuevo la emisión de las voces, es igual a sintonizar una radio, en dónde las frecuencias se vuelven distorsionadas y confusas. Las cuatro paredes potencian, eso hace que no se explique de qué están hablando y siquiera tuviera oportunidad de saber quién iba a recibirlos.
Demostraba la nobleza de un señor paciente pero no es así, lo tienen algo impacientado pese a saber que no era un sentimiento bueno. Pero aún es joven, tiene el derecho de sentirse niño de vez en cuando, ¿no?
Incluso los pliegues de sus labios se hallan algo sedientos y no evitó quitarse la mochila para buscar, una refrescante botella de agua. Bebió un largo sorbo, lo necesitaba y apaciguó lo suficiente. Respiró profundamente, luego, extendió la botella amablemente a su nueva amiga. Si es que ya se le podía llamar así pues, es difícil para él llamar así a alguien cuando no se ha forjado todavía una confianza.
—Puedes beber si gustas —habló con suavidad, igual a la seda. Poco a poco recibía de nuevo la emisión de las voces, es igual a sintonizar una radio, en dónde las frecuencias se vuelven distorsionadas y confusas. Las cuatro paredes potencian, eso hace que no se explique de qué están hablando y siquiera tuviera oportunidad de saber quién iba a recibirlos.
Demostraba la nobleza de un señor paciente pero no es así, lo tienen algo impacientado pese a saber que no era un sentimiento bueno. Pero aún es joven, tiene el derecho de sentirse niño de vez en cuando, ¿no?
Invitado
Re: • Actividad #1: "Arribo a nuestro destino" [CERRADO]
La campana del despertador retumba por la habitación 5 minutos pasados de las 8 a.m, un quejido dormido y vago se escucha al compás de una mano que al primer timbre sale de su escondite y con una fuerte palmada comienza a tantear en su mesa de luz en busca de deshacerse de ese molesto ruido, una vez encontrado el aparato sus dedos buscan del botón de apagado sin mucho éxito ya que el timbrar no se detenía y comenzaba a provocarle un fuerte dolor de cabeza a esas horas de la mañana… La chica de cabellos se aparta la sabana dejando ver su despeinada cabellera y tomando el aparato y éste muere contra la pared de la habitación, la joven se desploma una vez más contra la almohada olvidándose completamente de las responsabilidades de ese mismo día....
Pasada las 9:23 otro sonido molesto comienza a sonar escandalosamente, esta vez tantear la mesa de luz entre-dormida no era suficiente, ya que no era producto del despertador, en busca de dónde provenía el sonido la rubia una vez más se levantó de la cama en contra de su voluntad reconociendo que ese timbre era de su mismo teléfono, con un bostezo pudo mirar la mirar la hora que le indicaba su teléfono
- waaaa ~ ....si....aun es....TEMPRANO? -
Dijo completamente desesperada terminando la llamada, tan rápido como pudo comenzó a preparar su cartera sacando muchas cosas para reemplazarla por otras cuantas, comenzó a buscar ropa entre el desorden del suelo y a vestirse rápidamente con lo primero que encontraba pero concorde al lugar donde tenía que ir, a la playa! pero vaya forma de comenzar las vacaciones, al bajar con sus cosas por un momento pensó que tendría que pedir un taxi pero por suerte aun había un camión, el cual se fue casi vació al igual que ella eran pocos los que no se levantaron temprano "que bueno que la escuela pensó en nosotros" pensó para si misma mientras soltaba una pequeña risilla, estaba emocionada por empezar el viaje.
Al llegar al lugar podía sentir como la brisa salina llegaba a sus fosas nasales y los rayos del sol empezaban a quemar suavemente su piel
--Vaya! creo que tendré que ponerme un poco mas protector solar ~ -
Mientras decía esto, se encontraba caminando al Lobby donde seguramente encontraría a algunas de sus compañeras de danza y de otros clubes. Comenzando a pasar su mirada por todo el lobby pudo reconocer aquella cabellera de color rubio la cual hacia que ella resaltara del grupo donde se encontraba, con una pequeña sonrisa en su rostro se fue acercando de tal manera que ella no las descubriera y cuando estuvo lo suficientemente cerca la rodeo con sus brazos atrapándola entre sus pechos
--MI ERI !!Como me pudiste dejar sola!! Estuve preocupada por ti !! -
Pasada las 9:23 otro sonido molesto comienza a sonar escandalosamente, esta vez tantear la mesa de luz entre-dormida no era suficiente, ya que no era producto del despertador, en busca de dónde provenía el sonido la rubia una vez más se levantó de la cama en contra de su voluntad reconociendo que ese timbre era de su mismo teléfono, con un bostezo pudo mirar la mirar la hora que le indicaba su teléfono
- waaaa ~ ....si....aun es....TEMPRANO? -
Dijo completamente desesperada terminando la llamada, tan rápido como pudo comenzó a preparar su cartera sacando muchas cosas para reemplazarla por otras cuantas, comenzó a buscar ropa entre el desorden del suelo y a vestirse rápidamente con lo primero que encontraba pero concorde al lugar donde tenía que ir, a la playa! pero vaya forma de comenzar las vacaciones, al bajar con sus cosas por un momento pensó que tendría que pedir un taxi pero por suerte aun había un camión, el cual se fue casi vació al igual que ella eran pocos los que no se levantaron temprano "que bueno que la escuela pensó en nosotros" pensó para si misma mientras soltaba una pequeña risilla, estaba emocionada por empezar el viaje.
Al llegar al lugar podía sentir como la brisa salina llegaba a sus fosas nasales y los rayos del sol empezaban a quemar suavemente su piel
--Vaya! creo que tendré que ponerme un poco mas protector solar ~ -
Mientras decía esto, se encontraba caminando al Lobby donde seguramente encontraría a algunas de sus compañeras de danza y de otros clubes. Comenzando a pasar su mirada por todo el lobby pudo reconocer aquella cabellera de color rubio la cual hacia que ella resaltara del grupo donde se encontraba, con una pequeña sonrisa en su rostro se fue acercando de tal manera que ella no las descubriera y cuando estuvo lo suficientemente cerca la rodeo con sus brazos atrapándola entre sus pechos
--MI ERI !!Como me pudiste dejar sola!! Estuve preocupada por ti !! -
Última edición por Nozomi Tojo el Vie Jul 31, 2015 10:42 am, editado 1 vez
Nozomi Tojo
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Re: • Actividad #1: "Arribo a nuestro destino" [CERRADO]
Arribo a nuestro destino
Boring
Porque había aceptado a ir a aquella patética excursión de verano cuando yo odiaba el calor y la arena? Ah si! Por Bet...
Ella había estado toda ilusionada aquellos días diciendo que iba a ser una experiencia genial, que todo iba a ser perfecto como en las películas y que incluso podría llevarla de la mano a pasear por la arena de la playa al anochecer. Espera desde cuando hacíamos esas cosas tan cursis!? Cierto. Desde aquel día en el que ambos nos habíamos visto puesto al limite y habíamos soltado nuestros verdaderos sentimientos sin poder reprimirlos ni un segundo más.
Había metido lo fundamental en la maleta. Unos recambios de camisetas y dos pantalones junto algún que otro bañador y recambios de ropa interior ademas de la pistola que siempre llevaba encima bien escondida para que ningún profesor se diera cuenta de esto. De todas formas aunque se se dieran cuenta no se la entregaría. Prefería que me abofetearan o incluso mataran antes que soltarla. Aquella pistola era mi vida. No, decía mal. Aquella pistola era mi vida porque era la única cosa con la que podía proteger lo que realmente me importaba, lo que realmente era mi vida y mi mundo: Bet.
Me revolví el cabello con fuerza. Me había vuelto demasiado cursi al estar cerca de ella. Tenía que pensar en otra manera de seguir conservando ese punto que nos diferenciara, aunque tal vez ya fuese demasiado tarde para intentar recuperar eso.
Subimos al bus y nada más empezar el viaje ella se quedo dormida apoyada contra mi. No podía hacer nada más que mirarla todo el camino. Ya no era cuestión de que respirara o no o que me preocupara en exceso por ella. Era simplemente porque la amaba y ese sentimiento conseguía llenarlo todo. La abracé con cuidado contra mi depositando un suave beso sobre su frente y así permanecí hasta que alcanzamos nuestro destino. Ya podía sentir el calor desde dentro del autobús. No iba a sobrevivir a aquello estaba seguro y Bet no tardó en confirmarmelo-fue idea tuya venir aquí si mal no recuerdo-gruñí levemente. Solo estaba mona cuando dormía.
Dejé que me empujara de aquella manera levantándome yendo hacia donde estaban nuestras maletas que cargué sin mucho esfuerzo y luego antes de que se perdiera y fuera hacia la discusión, cosa en la que no estaba muy de acuerdo la cogí como buenamente pude de la cintura y le mordí con suavidad el cartílago de la oreja-no te metas en líos por favor-susurré sobre su oído y la volví a soltar para dejar que fuera a divertirse con aquel grupo que lamentablemente había caído en su punto de mira. No la perdería de vista por si acaso.
Volví a suspirar con fuerza. No tenía remedio, pero yo tampoco, en verdad aquella chica me tenía loco y aun así me mantenía a su lado por no concebía la vida sin ella.
La amaba de verdad. Locamente.
Cuando era pequeño siempre había deseado ser una brillante flor naranja, pero eso había resultado imposible y antes de que lo supiera me había convertido en una flor de teñida de índigo. Yo había querido florecer para una sola personas pero el destino se había llevado mi libertad encadenandome a la desdicha mientras que las ruedas del destino continuaban girando arrasando con todo lo que anhelaba una y otra vez.
Chicas hermosas, quimonos, vestidos de seda, camisones raídos, todas cayendo entre mis manos enamoradas con solo una mirada por culpa de mi condición. Solo era un falso amor en el que intentaba consolarme con un abrazo, una caricia, un beso mientras que la lluvia caía sobre la ciudad haciendo temblar a un triste sentimiento oculto en mis entrañas muriendo entre la multitud de paraguas.
La multitud bulliciosa va y viene, juntándose y alejándose sin percatarse de los deseos de las personas. Al fin y al cabo que importa eso? La gente solo preocupa en seguir adelante sin importar que echando todo por los suelos. No serviría de nada que gritara con fuerza al cielo pidiendo que me alguien me liberara de aquella jaula de pájaros en la que estaba encerrado. Nadie me salvaría por eso hacía tiempo que me había limitado a ver el escenario que se presentaba frente a mi sintiendo como poco a poco mis heridas se iban curando.
De nuevo las ropas volaban por la habitación. Otra noche más disfrutando de un falso amor con una hermosa chica pidiendo que la comprara, que coqueteara con ella mientras que los pétalos de aquella flor en mi interior se marchitaban y se ahogaban por la lluvia torrencial que se había desatado en mi corazón.
Acaso ahora volvía a ser lo mismo con Bet o tal vez era algo más profundo que hasta ahora? Algo como lo que había sentido aquella vez cuando mis ojos se fijaron por primera vez en ella? Algo puro y resplandeciente que aun seguía ardiendo en mi pecho. La flor volvería a renacer? Sus rayos ya me habían alcanzando. Me habían cegado.
Estoy mojado. Soy lluvia
Zero Kiryuu
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Re: • Actividad #1: "Arribo a nuestro destino" [CERRADO]
Cuando por fin el camión arribo a su destino, Eri fue una de las primeras en levantarse de su asiento pues sentía que sus piernas pedían a gritos que las estirara de una vez antes de que se engarrotaran y eso no seria nada agradable pues tendría que pasar por una escena algo embarazosa en lo que pasaba aquel dolor. Tomando un bocanada de aire fresco y salado por la nariz, por un momento sintió como la brisa salina comenzaba a limpiar sus pulmones energizándolos por completo hacia una nueva aventura de verano.
Comenzando a caminar hacia lo que era el hotel pues había escuchado a un par de maestros que debían de reunirse ahí para la entrega de habitaciones y todo ese tramite que era sumamente obligatorio pasar antes de comenzar con las actividades de verano, solo esperaba que les dieran un tiempo libre entre todas las cosas que estaban en el calendario… Al llegar al lobby del lugar se podía advertir como el clima de caluroso paso a frio templado por el aire acondicionado del hotel. Sus ojos estaban maravillados por la estructura interior del hotel no solo era enorme por fuera si no que por dentro tenia mucha elegancia como la misma academia…Era una suerte que su abuela hubiera sido una famosa bailarina de lo contrario no hubiera podido estar en aquel lugar tan espectacular pues sus padres eran de los que se consideraba una clase media…
Volteo a ver su celular por un momento pensando en que tal vez el hubiera podido estar en este viaje, pero sus pensamientos fueron interrumpidos cuando unas sedosas manos la fueron a encarcelar en unos pechos lo suficientemente grandes como para asfixiar a alguien.
- ¡Nozomi!! Déjame respiar!! -
En el momento en el que fue liberada pudo tomar un gran bocado de aire, por un momento miro a su alrededor y los únicos que habían girado a verlas eran un par de chicos que seguramente se morían por estar en aquella “trampa”
- Te llame dos veces y no contestaste, asi que pensé que no vendrías ó al menos que llegarías un poco tarde…Aun que me alegra el que hayas venido ~ ….. Pero no me vuelvas a asfixiar!!-
Le advirtió mientras inflaba un poco sus mejillas tratando de verse molesta con ella...
Comenzando a caminar hacia lo que era el hotel pues había escuchado a un par de maestros que debían de reunirse ahí para la entrega de habitaciones y todo ese tramite que era sumamente obligatorio pasar antes de comenzar con las actividades de verano, solo esperaba que les dieran un tiempo libre entre todas las cosas que estaban en el calendario… Al llegar al lobby del lugar se podía advertir como el clima de caluroso paso a frio templado por el aire acondicionado del hotel. Sus ojos estaban maravillados por la estructura interior del hotel no solo era enorme por fuera si no que por dentro tenia mucha elegancia como la misma academia…Era una suerte que su abuela hubiera sido una famosa bailarina de lo contrario no hubiera podido estar en aquel lugar tan espectacular pues sus padres eran de los que se consideraba una clase media…
Volteo a ver su celular por un momento pensando en que tal vez el hubiera podido estar en este viaje, pero sus pensamientos fueron interrumpidos cuando unas sedosas manos la fueron a encarcelar en unos pechos lo suficientemente grandes como para asfixiar a alguien.
- ¡Nozomi!! Déjame respiar!! -
En el momento en el que fue liberada pudo tomar un gran bocado de aire, por un momento miro a su alrededor y los únicos que habían girado a verlas eran un par de chicos que seguramente se morían por estar en aquella “trampa”
- Te llame dos veces y no contestaste, asi que pensé que no vendrías ó al menos que llegarías un poco tarde…Aun que me alegra el que hayas venido ~ ….. Pero no me vuelvas a asfixiar!!-
Le advirtió mientras inflaba un poco sus mejillas tratando de verse molesta con ella...
Invitado
Re: • Actividad #1: "Arribo a nuestro destino" [CERRADO]
Ni siquiera me molesté en aclararle al joven mayor de cabello rubio y ojos rojizos que Nikolas y yo no eramos pareja ni nada por el estilo... De hecho era la segunda vez que le veía. En cambio, sólo incliné mi cabeza un poco más hacia él, avergonzada y ligeramente sonrojada ante el significado del malentendido. Claro, yo había sido la causante de que se pensara de esa forma, al aparecer tan abruptamente entre ellos y defender al de cabellera oscura; pero al menos este no había reaccionado de mala talante ante mi intervención, ese era un significativo avance.
Sonreí con suavidad al chico rubio de ojos azules, con el agradecimiento brillando en los míos ante su comprensión y personalidad sencilla. También ante la acción de Nikolas de aceptar el dulce ajeno, eso me quitaba un enorme peso de encima y esto era notorio ante el breve y sutil suspiro que lancé. Las cosas, al parecer, habían marchado por buen camino: Nikolas no había sido castigado y la tensión entre los presentes había disminuido notoriamente... Aunque no toda, pero de cierta manera podía comprender la irritabilidad del mayor, sólo esperaba que esta no durara lo suficiente como para generar hostilidad hacia Nikolas...
-Muchas gracias a todos... Compermiso -hice una breve y última reverencia antes de alejarme de la mano de Nikolas, desviando mi atención y mirada hacia este cuando habló. Mis ojos castaños se entreabrieron ligeramente, después negué con suavidad- No hay problema... probablemente no debí haber intervenido de esa manera, al fin y al cabo eran tus asuntos... pero sentí que no podía dejarte solo -en ese momento fui consciente de que aún mi mano sujetaba la contraria y pestañeé un par de veces antes de soltarla abruptamente, con sorpresa y vergüenza, al tanto que mi rostro se tornaba ligeramente rosado por el sonrojo- ¡L-l-lo s-siento! -Mis ojos miraban a todos lados menos al semblante del otro estudiante, incómoda de repente ante mi acción tan atrevida. No era la primera vez que sujetaba su mano, la vez que nos conocimos de igual manera lo hicimos al momento de bailar, pero... habían sido circunstancias totalmente diferentes. ¿Le había molestado que lo hiciera? ¿Se habría incomodado? ¿Qué pensaría ahora de mí? Acomodé, nerviosa y aún sonrojada, un mechón de mi cabellera castaña por detrás de mi oreja izquierda- C-creo que será mejor que nos apuremos, ya casi todos han llegado a la recepción...
Sonreí con suavidad al chico rubio de ojos azules, con el agradecimiento brillando en los míos ante su comprensión y personalidad sencilla. También ante la acción de Nikolas de aceptar el dulce ajeno, eso me quitaba un enorme peso de encima y esto era notorio ante el breve y sutil suspiro que lancé. Las cosas, al parecer, habían marchado por buen camino: Nikolas no había sido castigado y la tensión entre los presentes había disminuido notoriamente... Aunque no toda, pero de cierta manera podía comprender la irritabilidad del mayor, sólo esperaba que esta no durara lo suficiente como para generar hostilidad hacia Nikolas...
-Muchas gracias a todos... Compermiso -hice una breve y última reverencia antes de alejarme de la mano de Nikolas, desviando mi atención y mirada hacia este cuando habló. Mis ojos castaños se entreabrieron ligeramente, después negué con suavidad- No hay problema... probablemente no debí haber intervenido de esa manera, al fin y al cabo eran tus asuntos... pero sentí que no podía dejarte solo -en ese momento fui consciente de que aún mi mano sujetaba la contraria y pestañeé un par de veces antes de soltarla abruptamente, con sorpresa y vergüenza, al tanto que mi rostro se tornaba ligeramente rosado por el sonrojo- ¡L-l-lo s-siento! -Mis ojos miraban a todos lados menos al semblante del otro estudiante, incómoda de repente ante mi acción tan atrevida. No era la primera vez que sujetaba su mano, la vez que nos conocimos de igual manera lo hicimos al momento de bailar, pero... habían sido circunstancias totalmente diferentes. ¿Le había molestado que lo hiciera? ¿Se habría incomodado? ¿Qué pensaría ahora de mí? Acomodé, nerviosa y aún sonrojada, un mechón de mi cabellera castaña por detrás de mi oreja izquierda- C-creo que será mejor que nos apuremos, ya casi todos han llegado a la recepción...
Marina Valentine
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Re: • Actividad #1: "Arribo a nuestro destino" [CERRADO]
Hice una ligera mueca de descontento cuando el chico de cabellera castaña y ojos verdes me llamó de aquella forma tan fría e impersonal. ¡Ya le había dicho el día de nuestra cita que me dijera Tasha! Ta-sha. Sin embargo la sonrisa volvió a aparecer en mi rostro al recibir aquel saludo tan fraternal, y obviamente no me demoré ni un segundo en corresponder. Comencé a andar a su lado, con pasitos ligeramente saltarines al tanto que observaba cómo la gravilla rosada del suelo se apartaba y crujía bajo nuestros pies. Mi sonrisa se pronunció aún más y volteé a verle con encanto.
-Eso ni siquiera deberías cuestionártelo, me lo pasé de maravilla aquella vez. Aún tengo las fotos, me tomé el atrevimiento de subirlas a mi blog; tengo la esperanza de poder conseguir en este viaje unas tan buenas como esas -volví a bajar la mirada al suelo, entretenida al tanto que cruzaba las manos por detrás de mi espalda, como una supuesta niña buena que en realidad está ideando travesuras- No en realidad... de hecho es mi primera vez en una playa. Bueno, no tan literalmente -reí- el día que arribé a Idarion por vez primera, estuve en el puerto... pero ni oportunidad tuve de disfrutar de la sensación cuando ya me estaba trasladando hacia aquel que sería mi hogar -solté un suspiro de lamentación y miré hacia el cielo despejado y de un brillante tono azul claro- Sin embargo en el viaje en barco pude disfrutar del mar, aunque no de forma física propiamente dicho... A parte de eso, nunca antes había estado en la playa ni en el mar así que planeo hacerme de la mayor cantidad posible de gratos recuerdos y disfrutar mucho de la experiencia, ¿y tú Mako? ¿Ya habías estado antes en un lugar parecido? -volteé a verlo con interés, cual pequeña niña curiosa, antes de fijarme que la mayoría de los integrantes de nuestro grupo ya estaban en la recepción o a punto de llegar a esta. Pasé del rostro ligeramente somnoliento de mi acompañante al tumulto a un par de metros frente a nosotros- Deberíamos darnos prisa o nos darán el pasillo por habitación... -me mordí ligeramente el labio, entre dudosa y traviesa, y miré a Makoto de reojo para después tomarle del brazo y arrastrarle conmigo mientras echaba a correr para reunirnos con los demás. Reí, divertida- ¡Venga, vamos Mako! ¡Sí se puede, sí se puede!
-Eso ni siquiera deberías cuestionártelo, me lo pasé de maravilla aquella vez. Aún tengo las fotos, me tomé el atrevimiento de subirlas a mi blog; tengo la esperanza de poder conseguir en este viaje unas tan buenas como esas -volví a bajar la mirada al suelo, entretenida al tanto que cruzaba las manos por detrás de mi espalda, como una supuesta niña buena que en realidad está ideando travesuras- No en realidad... de hecho es mi primera vez en una playa. Bueno, no tan literalmente -reí- el día que arribé a Idarion por vez primera, estuve en el puerto... pero ni oportunidad tuve de disfrutar de la sensación cuando ya me estaba trasladando hacia aquel que sería mi hogar -solté un suspiro de lamentación y miré hacia el cielo despejado y de un brillante tono azul claro- Sin embargo en el viaje en barco pude disfrutar del mar, aunque no de forma física propiamente dicho... A parte de eso, nunca antes había estado en la playa ni en el mar así que planeo hacerme de la mayor cantidad posible de gratos recuerdos y disfrutar mucho de la experiencia, ¿y tú Mako? ¿Ya habías estado antes en un lugar parecido? -volteé a verlo con interés, cual pequeña niña curiosa, antes de fijarme que la mayoría de los integrantes de nuestro grupo ya estaban en la recepción o a punto de llegar a esta. Pasé del rostro ligeramente somnoliento de mi acompañante al tumulto a un par de metros frente a nosotros- Deberíamos darnos prisa o nos darán el pasillo por habitación... -me mordí ligeramente el labio, entre dudosa y traviesa, y miré a Makoto de reojo para después tomarle del brazo y arrastrarle conmigo mientras echaba a correr para reunirnos con los demás. Reí, divertida- ¡Venga, vamos Mako! ¡Sí se puede, sí se puede!
Natasha Leisser
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