• Actividad #1: "Arribo a nuestro destino" [CERRADO]

Alguien como Micha era muy fácil de complacer y emocionar, por lo que apenas supo que podría participar en un interesante viaje no dudó en inscribirse -aunque a última hora en su despiste normal- para así tener diversos momentos que rememorar en el futuro. Cualquiera que no le conociera podría notar el nerviosismo que le recorría, pero eso solo era un ápice de todos los sentimientos albergados en su interior. Cabe decir que la noche anterior ni siquiera pudo dormir bien ante la ansiedad del viaje, había preparado con bastante prontitud una mochila espaciosa con todo lo que pensó necesario, siendo indispensable la comida chatarra que se permitió comprar y que deseaba poder compartir con algún nuevo amigo.

Debido al no haber podido conciliar bien el sueño pudo levantarse sumamente temprano alistando cualquier cosa que creía importante, mas sin resultados decentes debido a su propio desorden. A la hora indicada para abordar el bus, Micha estaba ya a la espera y fue uno de los primeros en subirse sentándose como le era normal en medio del bus solo porque ir al  principio o final le era aburrido. El zorro mecía su cola impaciente, casi como un felino a la espera de algo entretenido, mas contuvo sus ganas de moverse por todos lados al momento de sentarse. Notó como el resto se sentó con relativa tranquilidad y permanecieron allí, se mostró atento a cada pequeño detalle, mas de un momento a otro cayó rendido producto del sueño. Recién al llegar a destino fue que despertó, el movimiento en el bus le hizo asustarse  bastante y mirar alrededor con cierto desespero, pero al recordar donde estaba procuró estar más calmado. Miró por la ventana del bus poco después que la persona a su lado bajase — ¡Es hermoso! — vociferó alto apegándose al vidrio, pero pronto se le indicó descender ya que venía siendo el último en el vehículo.

Apresuró el paso casi olvidando su gran mochila, la puso en su espalda y bajó finalmente del bus aspirando aquel aire tan fresco y con ese aroma propio del mar. Le traía buenos recuerdos, miró nuevamente hacia el mar y comenzó a caminar a paso tranquilo siguiendo a las personas frente a sí, todas tenían ya sus compañeros por lo que podía apreciar, pero antes de deprimirse por no conocer a alguien, avanzó más rápido y alzó la voz — ¿Alguien sabe qué haremos primero? — corrió un poco colándose por uno que otro hueco , tuvo cuidado de no chocar con nadie ni molestar con su mochila. Sacó de los bolsillos de su chaqueta amarilla algunos dulces y comenzó a comer y es entonces que ve a una joven de cabellos celestes, a quien no duda en acercarse para socializar. — ¡Hola! — pronunció a la vez en que se puso al lado de la chica  y su equipaje — ¿cómo te llamas? — preguntó siendo bastante directo, él aún era un joven muy sencillo — yo soy Micha — añadió con prontitud dándole poco tiempo a responder debido a su ansiedad.

Ladeó el rostro y se arregló el cabello debido al largo de su flequillo, no dejó de mirar a la chica hasta que escuchó como los pasos del resto de personas se acercaban más y más — Creí que seríamos más... — murmuró casi para si mismo, retomando en breve la mirada hacia la joven a quien abordó sin dudarlo.

Caminando lento pero seguro, con todo ese equipaje era mejor tener cuidado y no hacer un papelón del cual pudiera avergonzarme. Una persona como yo no podía quedar mal frente a tantas personas en un lugar como este, y menos si esas personas eran estudiantes y profesores de la academia. Prefería morir a pasar vergüenzas y me dirigí a la estancia lentamente. -Uno... dos.. tres- Miraba a los alumnos atenta, contando todas las cabezas posibles para saber cuantas jovenes estarían a mi cuidado. Era mejor tomar nota de todo lo necesario para que el viaje saliera a la perfección y sin ningún contratiempo. No necesitábamos mas de un autobús, pero no dejaría que nadie se quedara atrás.

-No se separen mucho, creo que en un momento daremos a conocer el itinerario y pronto podrán ir al mar, sean pacientes- Estaba cansándome los brazos y apenas habíamos llegado, debía resistir, sin embargo mi salvación fue una voz masculina, quien me ofrecía ayuda para llevar las cosas. -Muchas graci...-Giré mi cabeza para ver a aquella persona y me lleve una gran sorpresa al ver aquel rubio de ojos carmesí que conocí tiempo atrás. Era tan... atractivo.-Digo lo mismo- No pude evitar esbozar una sonrisa coqueta al encontrarme con ese rostro tan apuesto. -Shin, ¿No es así? En verdad me sorprende encontrarte por aquí. ¿Eres profesor de la academia? ¿Como es que nunca te había visto por ahí?-Con la presencia de el, seguro mi viaje se volvería mas interesante, pero tampoco podía dejarme llevar por la emoción y la sorpresa, ya que había que mantenerme al tanto de los menores. Dejé de caminar y me situé al lado de mi acompañante.
Solté la maleta para dejársela e hice un gesto con la mano para indicarle por donde debería ir. Voltee a mi alrededor y me fijé en una joven que estaba justo detrás de nosotros. Rápidamente me percaté de  que era una de las estudiantes, mire a la chica y después a Shin, sin saber que tipo de relación podían tener, pero no comenté nada al respecto, no creo que fuera de mi incumbencia; entonces decidí que cuando tuviera la oportunidad me presentaría con ella y haría lo mismo con otros alumnos, de esa manera podría conocer no solo a los de artes, si no también a los de teatro, música y demás...
Pero me había surgido un pequeño... ¿Problema?:  No podía desviar mi atención del chico de cabellos dorados

Sintió la proximidad de otra persona y apenas si le miró de reojo al estar a la espera de que la chica le respondiese, mas al oír las palabras y el codazo se sorprendió notoriamente. La sonrisa se le esfumó al no saber como reaccionar ante eso, pero no por estar incómodo con la pregunta formulada, sino que trataba de pensar como tenía que responder. — ¡Claro que la conozco! S - I  - L - E - N - C - I - O — dijo deletreando la misma tras escasos segundos siendo un tanto iluso, incluso atribuyó el empujón a un mero choque accidental o tal vez a la manera del otro en acceder a su atención. Al escuchar las palabras siguientes pudo hacerse una idea de lo que pasaba ¿le habría molestado?, Micha meditó brevemente sobre su tono al hablar — Pues... en ese caso mejor ve a un retiro — frunció leve el entrecejo y alzó una mano para rascarse la cabeza, mirando a un punto cualquiera — No sirve venir en grupo a divertirte si le quitas la diversión ¡Aburrido! — vociferó sabiendo que el tono elevado podría molestarle, pero no importaba. Nadie le dijo que no podía alzar la voz fuera del bus.

Regresó la mirada al moreno y le vio más atrás hablando con un chico más alto que el pequeño Micha, le observó atento y más a lo que decía, la sonrisa le brotó nuevamente en su faz ante la admiración que sintió por el contrario. Parecía un pequeño cachorro por como su cánida cola se mecía, sin duda era una reacción muy infantil de su parte, mas eso era algo que el alemán desconocía. Se sintió agradecido, normalmente se tenía que defender solo, pero al ver como iba quedando el joven de oscuras hebras Micha se sintió un poco mal por él  — Quizás... quizás solo empezó mal su día — dio un paso hacia el moreno y miró a la maestra, de quien supo su rango por las palabras del hombre de rojizos orbes —  Lo ideal es que todos lo pasemos bien y seamos amigos — comentó animado — Yo a veces reacciono mal con algunas cosas... en especial cuando no las comprendo — murmuró rápido lo final — No fue tan grave como para castigarle — no deseaba que eso sucediera por 'su culpa'.

Sacó de su bolsillo derecho uno de los dulces que había llevado y se lo ofreció al chico que antes le había abordado — Quedemos bien ¿Vale? — sonrió mostrándose aún animado y sin resto alguno de la anterior molestia. El zorro no era de guardar rencores y menos por una nimiedad como aquella, debiéndose principalmente a no ser lo peor que le han hecho en su corta vida.

Off rol :