☢Kailen Tsukishiro
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☢Kailen Tsukishiro
Japonés - 25 años - Espiritual - Personal - Archivista y Militar
Personalidad
Kai es un chico reservado y ameno, diplomático y centrado, respetuoso y agradable… Al menos así es hasta que te entrometes con su hermana… En el momento en que el “Factor Selene” entra en juego este hombre puede convertirse en una persona totalmente diferente, agresivo y petulante, posesivo hasta lo rayano en la demencia.
Por lo demás es normalmente alguien agradable de tratar, un chico que por encima de todo gusta de hacer sentir cómodas a las personas a su alrededor y ayudarlas en cuanto le sea posible.
Detesta absolutamente a los adolescentes que juegan con el corazón de las chicas, y vive aterrado de que alguno de esos alguna vez le ponga un dedo encima a su pequeña hermana. Porque sí, toda la valentía y arrojo que adquirió durante su entrenamiento en la milicia se van por un tubo cuando se trata de la seguridad y bienestar de ella.
Rápido de respuestas y ágil para salir airoso de una situación problemática con total desparpajo, prefiere usar su astucia para enredar a sus interlocutores antes que revelar datos reales sobre su vida, su pasado o los de Selene.
Si bien puede parecer que su mundo gira en torno a su hermana, no es del todo así (aunque sí en gran medida); Kai adora su trabajo y lo útil que puede ser, siendo el militar más capaz conocido de la unidad de inteligencia, además del único en haber formado parte tanto de este campo como del Experimental y del de Combate.
A pesar de ciertos traumas que arrastra del pasado es alguien que en público trata siempre de comportarse como alguien alegre y despreocupado; guardando su dolor solo para sus momentos en soledad, en vista de que prometió a alguien, que fue demasiado importante para él, nunca perder la sonrisa y jamás dejar que su dolor le ganara terreno a su alegría.
Estar vivo es suficiente razón para estar feliz; por este tipo de cosas Kai ha aprendido a ser feliz con poco, a contentarse con cosas sencillas sin esperar grandes resoluciones ni trazarse metas inalcanzables; aunque podría considerarse que sus logros en el Ejército ya son suficiente resultado como para dar por satisfecha una vida; puesto que la gran mayoría de los militares no logran ni una décima parte de lo que Kai ha conseguido a tan poca edad.
Kailen es un líder nato, un estratega impecable y tanto un soldado como un hacker brillante; alguien con capacidades deductivas envidiables y un cierto don innato para la manipulación, con lo que logra mantener un cierto orden inalterable en su vida, manejando a las personas como piezas de ajedrez en su tablero y permitiendo de esta manera llevar sus relaciones de tal manera en la que siempre salga victorioso.
Detesta la derrota, Kai solo ha probado el amargo sabor de “perder” una sola vez… y le basta para saber que no quiere que se repita nunca más… La única vez que perdió, le costó un precio demasiado alto: Su corazón… Y ya no tiene otro corazón para entregar ni quiere ofrecer ninguna otra cosa como apuesta contra la vida, de manera que siempre procurará de cualquier manera posible obtener la victoria en cualquier ámbito que se le presente, sin importar si parece improbable o imposible.
Kai es un chico reservado y ameno, diplomático y centrado, respetuoso y agradable… Al menos así es hasta que te entrometes con su hermana… En el momento en que el “Factor Selene” entra en juego este hombre puede convertirse en una persona totalmente diferente, agresivo y petulante, posesivo hasta lo rayano en la demencia.
Por lo demás es normalmente alguien agradable de tratar, un chico que por encima de todo gusta de hacer sentir cómodas a las personas a su alrededor y ayudarlas en cuanto le sea posible.
Detesta absolutamente a los adolescentes que juegan con el corazón de las chicas, y vive aterrado de que alguno de esos alguna vez le ponga un dedo encima a su pequeña hermana. Porque sí, toda la valentía y arrojo que adquirió durante su entrenamiento en la milicia se van por un tubo cuando se trata de la seguridad y bienestar de ella.
Rápido de respuestas y ágil para salir airoso de una situación problemática con total desparpajo, prefiere usar su astucia para enredar a sus interlocutores antes que revelar datos reales sobre su vida, su pasado o los de Selene.
Si bien puede parecer que su mundo gira en torno a su hermana, no es del todo así (aunque sí en gran medida); Kai adora su trabajo y lo útil que puede ser, siendo el militar más capaz conocido de la unidad de inteligencia, además del único en haber formado parte tanto de este campo como del Experimental y del de Combate.
A pesar de ciertos traumas que arrastra del pasado es alguien que en público trata siempre de comportarse como alguien alegre y despreocupado; guardando su dolor solo para sus momentos en soledad, en vista de que prometió a alguien, que fue demasiado importante para él, nunca perder la sonrisa y jamás dejar que su dolor le ganara terreno a su alegría.
Estar vivo es suficiente razón para estar feliz; por este tipo de cosas Kai ha aprendido a ser feliz con poco, a contentarse con cosas sencillas sin esperar grandes resoluciones ni trazarse metas inalcanzables; aunque podría considerarse que sus logros en el Ejército ya son suficiente resultado como para dar por satisfecha una vida; puesto que la gran mayoría de los militares no logran ni una décima parte de lo que Kai ha conseguido a tan poca edad.
Kailen es un líder nato, un estratega impecable y tanto un soldado como un hacker brillante; alguien con capacidades deductivas envidiables y un cierto don innato para la manipulación, con lo que logra mantener un cierto orden inalterable en su vida, manejando a las personas como piezas de ajedrez en su tablero y permitiendo de esta manera llevar sus relaciones de tal manera en la que siempre salga victorioso.
Detesta la derrota, Kai solo ha probado el amargo sabor de “perder” una sola vez… y le basta para saber que no quiere que se repita nunca más… La única vez que perdió, le costó un precio demasiado alto: Su corazón… Y ya no tiene otro corazón para entregar ni quiere ofrecer ninguna otra cosa como apuesta contra la vida, de manera que siempre procurará de cualquier manera posible obtener la victoria en cualquier ámbito que se le presente, sin importar si parece improbable o imposible.
Descripción Física
Kai es un hombre de 1,91m de altura, de contextura esbelta y marcada, aunque las formas y músculos de su cuerpo ni por asomo hacen justicia a su verdadero estado físico.
De piel blanca y tono bastante pálido, Kai es una fascinante mezcla de rasgos europeos y orientales.
Sus ojos un poco menos rasgados de lo que se acostumbra en su país de origen, se los debe a la sangre europea que fluye en sus venas heredada de sus ancestros maternos. De forma alargada y con espesas y largas pestañas que resaltan un par de llamativos irises azules profundos, confiriéndole una mirada penetrante y seductora.
Su cabello blanco grisáceo lo lleva corto hasta la nuca, cayendo en abundancia hacia adelante, donde peina su flequillo hacia el costado derecho en ocasiones o bien lo deja caer naturalmente separándolo en tres partes entre las que asoman sus enigmáticos orbes.
Kai es un hombre de 1,91m de altura, de contextura esbelta y marcada, aunque las formas y músculos de su cuerpo ni por asomo hacen justicia a su verdadero estado físico.
De piel blanca y tono bastante pálido, Kai es una fascinante mezcla de rasgos europeos y orientales.
Sus ojos un poco menos rasgados de lo que se acostumbra en su país de origen, se los debe a la sangre europea que fluye en sus venas heredada de sus ancestros maternos. De forma alargada y con espesas y largas pestañas que resaltan un par de llamativos irises azules profundos, confiriéndole una mirada penetrante y seductora.
Su cabello blanco grisáceo lo lleva corto hasta la nuca, cayendo en abundancia hacia adelante, donde peina su flequillo hacia el costado derecho en ocasiones o bien lo deja caer naturalmente separándolo en tres partes entre las que asoman sus enigmáticos orbes.
Historia del Personaje
Kailen nació en Osaka hace 25 años, hijo de dos magnates de la industria textil, heredó la naturaleza espiritual de su padre.
Ya desde niño demostraba poseer un cierto grado de astucia y madurez bastante poco común para su edad.
Su inteligencia y capacidad lo llevó a acabar su educación básica dos años antes de lo previsto para el ciclo; por lo que las materias del bachillerato las estudió en casa con tutores, graduándose en la mitad del período previsto. Con 13 años Kai ya se había concluido, con calificaciones perfectas, sus estudios.
Desde pequeño siempre pasó mucho tiempo en su casa, dado que no lograba encajar bien con los demás niños de su edad y pocos eran los mayores que se predisponían a tomar en serio a un niño. Por esta razón creció muy apegado a la pequeña que sus padres adoptaron cuando él tenía 12 años: Selene.
Desde su llegada a la casa Selene se volvió una especie de refugio para Kailen, siendo la única que no lo veía ni trataba diferente, la única que le brindaba algo de ternura a su existencia fría.
Su hermana se convirtió en aquello que Kai quería proteger por encima de todas las cosas, por ello cuando la familia se enteró de que la pequeña sufría una extraña condición patológica en sus pulmones, fue un golpe muy duro para todos, pero en especial para él que durante dos años tuvo que vivir viendo como su hermana era sometida a dolorosos tratamientos y en varias ocasiones internada al borde de la muerte.
Desesperados por encontrar alguna cura para la condición de Selene sus padres estaban dispuestos a invertir hasta la última gota de su fortuna, sin embargo Kai, que ya había investigado lo suficiente y hablado con los más capacitados expertos, sabía que no había nada convencional que pudiera ayudar a la condición tan delicada de Selene.
Por ello fue que luego de haber investigado acerca de un proyecto militar que apenas comenzaba a gestarse, el muchacho tuvo la idea de recurrir a los laboratorios del Ejército con el fin de ofrecerse como sujeto de pruebas para sus proyectos a cambio de que probaran en su hermana un tratamiento experimental del que él había leído al hackear la base de datos de la Milicia; dicho delito le podría haber costado ir a la cárcel pero siendo menor y con la salud de Selene en juego eso era lo que menos le importaba.
Finalmente la milicia se vio interesada en el oferta del chico, luego de practicarle ciertos análisis y verificar que, efectivamente su organismo y la estructura de su cerebro eran bastante particulares incluso en un ser espiritual.
Con el rótulo de su expediente como “enrolamiento voluntario”, Kai abandonó el hogar paterno a los 15 años, luego de comprobar que el tratamiento había mejorado notablemente la salud de su hermana y le proporcionaría una calidad de vida decente; aún si no habían conseguido curarla por completo, su vida ya no corría peligro; eso era lo único que contaba para su hermano mayor… incluso si no volvía a verla.
Ingresar al laboratorio fue de cuenta una nueva experiencia para Kai, al principio los experimentos parecían más bien inofensivos, algunos pinchazos, ingerir pastillas, a veces sueros, otras ayuno de un día. Nada del otro mundo.
Hizo algunos amigos dentro de su grupo de prueba, ellos eran los primeros 10 sujetos de análisis, a él le correspondía el número 7, particularmente se hizo cercano con la chica número 3 quien nunca supo como se llamaba, porque a causa del protocolo de privacidad del proyecto tenían prohibido revelar sus verdaderos nombres.
Dada la capacidad estratégica y habilidad de comando que había demostrado Kailen en los desafíos de ingenio que se le habían puesto, ocasionalmente él era enviado a misiones de combate, consiguiendo avanzar rangos en cada misión que completaba exitosamente.
Habiendo ascendido a Coronel, fue cuando conoció al entonces Capitán Alexei Reljan.
Alexei se había presentado ante él rindiendo los honores correspondientes a su rango, y luego de informar su propio rango había preguntado el nombre de su superior, con intención de dar el propio a cambio.
'No necesitas saber mi nombre, solo que soy tu superior, Capitán. Llámame Coronel'.
A pesar de la respuesta que cualquier hubiera encontrado hostil, Alec halló cierta complicidad en las palabras de Kailen y a su vez Kai pudo percibir las vibraciones de comodidad provenientes de su subordinado.
Fue durante la misión que se les había encomendando en aquella ocasión que, debido a un descuido de Kai (Producto de un malestar ocasionado por los efectos secundarios de la experimentación), Alec acabó salvándolo de caer a los rápidos y morir ahogado.
Al sentirse mejor Kai intentó agradecerle, pero en medio de su discurso se vio cortado a causa de no conocer el nombre de su interlocutor, puesto que ni siquiera le había prestado atención a eso en el expediente; o mejor dicho; se había centrado demasiado en enterarse de sus habilidades e historia clínica, como para preocuparse de nimiedades como sus datos personales.
'No necesitas saber mi nombre, solo que soy el que te salvó la vida. Llámame Capitán'.
Se lo había devuelto, y con total elegancia. Le había agradado aquel tipo y al final ambos habían acabado dando sus nombres y se volvieron cercanos durante las semanas que duró aquella misión. Luego coincidieron alguna que otra vez en otros proyectos que acabaron volviéndolos buenos amigos, dos hombres que compartían muchas cosas en común, hasta que el Tsukishiro se convirtió en un general de dos estrellas y dejó de ser enviado fuera del laboratorio.
Kai se había alegrado de saber que Alexei estaba calificado en el grupo azul, de acuerdo al color que otorgaba la milicia a los sujetos de prueba, implicaba hasta que fase de la experimentación llegarían: los azules estaban en el segundo rango más bajo, solo sucedidos por los amarillos; por lo que Alec no llegaría más allá de la tercer fase; mientras que Kai ya se encontraba en la séptima, al igual que el resto de su grupo: El grupo blanco; estaba previsto que ellos diez llegaran hasta la etapa final del experimento, de manera de volverse los primeros sujetos perfeccionados por el ejército.
En la séptima etapa los efectos adversos de la experimentación se volvían mucho más acentuados, los sujetos 8 y 5 habían perdido todo el pelo de sus cuerpos, 6 había muerto ahogado en su propio vómito, 10 había quedado ciego.
El resto podían sobrellevar las secuelas a pesar de los constantes dolores y malestares ocasionales.
Para cuando llegó la décima etapa del proyecto, los efectos habían comenzado a salirse de control.
Una mañana Kai y 3 habían encontrado a 1 comiéndose su propio brazo derecho, ella tuvo que correr a vomitar mientras Kai trataba de controlar a su compañero a quién ya podía verle expuestas partes del cúbito y el radio.
1 había muerto al día siguiente mientras deliraba por una fiebre imposible de tolerar para cualquier cuerpo: llegando a los 60° literalmente se había cocinado a sí mismo.
El horror pronto había invadido a los sobrevivientes, 3 se había aferrado a Kai más que nunca y él había sentido la necesidad de protegerla con todas sus fuerzas y aún así había tenido que sufrir la frustración más inmensa de saber que nada podía hacerse. Ellos estaban allí por propia voluntad. Ellos habían autorizado a la milicia a hacer lo que quisieran con sus cuerpos y esas eran las consecuencias.
Resignados a no saber si el siguiente día sería el último, los sobrevivientes se propusieron vivir de esa manera.
Kai se apegó a su compañera, compartió cada segundo de su día con ella, cada secreto, cada sueño, cada alegría y cada temor… y pronto su mayor temor se había vuelto perderla… Recordó cuando la había conocido, la única que había bromeado con todos ellos, que le había cantado canciones de cuna a 9 y 10 que eran los más jóvenes del grupo, la que había conseguido confortar y levantar la autoestima de 8 y 5 luego de que perdieran todo el pelo; ella era el espíritu del grupo y aún así lo admiraba a él, se refugiaba en él, lo atesoraba no solo como a un líder sino como a un camarada… Cuanto habría dado Kai por no haberla conocido en medio de aquel horror.
La doceava etapa se llevó a 5,8,9 y 10, de maneras parecidas, horribles y agónicas.
Quedaban cuatro sujetos y los efectos colaterales se habían tornado demasiado agresivos, de la nada un día 2 había acabado raspando sus dientes contra la pared hasta que la mayoría se habían desprendido de las encías, inútiles habían sido los intentos de los otros tres por detenerlo.
A pesar del sufrimiento indescriptible, 2 había sobrevivido y los científicos estaban encantados con la idea, dispuestos a someterlo a la siguiente fase de la experimentación; ese día se lo habían llevado a otro laboratorio. La etapa 13 había comenzado para todos.
3 había temblado toda la noche entre los brazos de Kailen y él había intentado calmarla aún si su cuerpo mismo sudaba en exceso a causa de los retortijones internos que le oprimían hasta los nervios ocasionándole un dolor que habría hecho gritar en agonía y enloquecer a cualquiera; pero no a él… no a Kai que tenía que ser fuerte por ella por encima de todas las cosas.
Luego de que se llevaran a 2, 4 estaba resignado a la locura, se la había pasado maldiciendo y golpeando cosas, probablemente tuvieran que colocarle una camisa de fuerza para poder suministrarle las próximas dosis de drogas.
Esa noche 3 se había dormido junto a Kai hablándole nuevamente sobre su hermana mayor, enterarse de eso había sido una de las primeras cosas que los había hecho acercarse al saber que ambos compartían aquella solemne devoción hacia esa persona que era su respectiva mejor amiga unida por el vínculo sagrado de la sangre.
No había tardado en quedarse dormida y luego de ella él. Solo unas horas después el chico había despertado entre los gritos de agonía de su compañera; el horror de imaginar su muerte lo había invadido y se había negado a aceptarlo, sin embargo cuando ella comenzó a derramar sangre por la boca y los ojos; la comprensión del inminente final había rasgado con violencia a través de él.
'Mátame'.
Le había suplicado ella a sabiendas de que sí sobrevivía correría el mismo destino que 2, no toleraría más… los militares harían lo que fuera para mantenerla viva, aún cuando tenía el hígado completamente necrosado.
'No puedo hacer eso…'
Él había sollozado con ella y le había limpiado las lágrimas sangrientas, pero sabía lo que tenía que hacer… sabía que tenía que liberarla del horror que la aguardaba; sabía que dejarla sobrevivir solo sería prolongar su agonía, que ella moriría lejos de él… sin nadie que sostuviera su mano con ternura mientras se despedía de este mundo.
'Me llamo Kailen… ¿Me dirás tu nombre al menos?'
Jadeando por el dolor ella había sonreído y alzado la mano temblorosa para acunar la mejilla del joven; entonces había negado suavemente con la cabeza.
'No necesitas un nombre que te atormente de aquí en adelante… Tienes suficiente con un número…3 también es mi nombre verdadero… Es el nombre con el que conocí a Kai y Kai ha sido lo único verdadero que he tenido los últimos 8 años'.
Llorando como un niño él la había besado por última vez y entonces, con la fuerza extraordinaria que le habían otorgado los años de tortuosa experimentación, le había rodeado el cuello y lo había presionado hasta que se rompió.
Entonces tres no respiró más… Y por unos segundos eternos, Kai tampoco lo hizo. Ese día había perdido su corazón, él mismo lo había ahogado.
La muerte de 3 se había archivado confidencialmente con la verdadera descripción; para la familia habría muerto en cumplimiento del deber y su cuerpo habría sido catalogado como desaparecido.
Solo 7 y 4 habían sobrevivido al experimento y llegado a la etapa final (15); sus cuerpos y habilidades eran diferentes y superiores a las de cualquier ser conocido hasta el momento… A 4 le había costado su mente… a Kai: su alma.
Aún así las consecuencias físicas no fueron menores para el Tsukishiro, quien hasta el día de la fecha padece arritmias, cólicos, bronco-espasmos, nauseas, hematemesis, agarrotamientos musculares, hemoptisis, dolor en los nervios y proctorragia; sin embargo incluso esos horrores lo distraen un poco del sufrimiento y la culpa que lo atormentan realmente.
Ya en su hogar, había tenido algunos meses de tranquilidad, luego de ser derivado a la unidad de inteligencia del Ejército.
Una de las primeras cosas que llamaron su atención, durante el trabajo en esta división, fue el enterarse de aquel conflicto armado que había tenido lugar en Macedonia, supo así de la muerte de la familia de Alexei, pero así mismo se enteró de que su sobrino había sobrevivido y se encontraba internado.
Cuando estuvo enterado de esta noticia inmediatamente viajó a aquella ciudad y acudió al hospital, desde ese momento tomó cuidado del pequeño Andrei cuyo cuerpo padecía severas lesiones y terribles dolores el primer tiempo. Cuando la guerra finalizó, Kai se dispuso a informar a Alec acerca del paradero y estado de su sobrino. Sin embargo, al llegar a aquella clínica de la milicia, descubrió que todo era un caos debido a que el idiota de Alexei se había escapado de allí.
Solo pudo comprender lo que sucedía luego de que el Escuadrón del Reljan apareciera ante la corte marcial para testificar lo que había sucedido con ellos que habían sido tomados como prisioneros de guerra. Kai comprendió demasiado rápido que su compañero se había entregado para salvar la vida de sus compañeros; por lo que a partir de ese día no cesó de buscarlo… desmanteló cada galpón, cada escondite, cada antro… Todo lo que estuviera mínimamente vinculado a aquellos grupos para-militares.
Casi un año después de emprendida aquella cruzada, finalmente dio con el paradero de Alexei… Le costó trabajo reconocer aquel cuerpo maltrecho, desnutrido y deshidratado; sin embargo tomó cuidado de él (tal y como había hecho con su sobrino los pasados 15 meses), y aguardó pacientemente a que este se recuperar luego de algunas semanas, para reencontrarse con lo que quedaba de su familia.
Luego de asegurarse de dejar a Alec y su sobrino en una situación estable, Kai regresó a Japón y los siguientes meses transcurrieron con relativa calma, sin embargo al poco tiempo Selene decidió estudiar Arte en una prestigiosa academia en la región insular de Italia, por lo mismo su hermano solicitó su traslado hacia allí con el fin de permanecer cerca de la chica y así poder cuidarla, en vista de que ella es la única persona que realmente puede proteger en este mundo y a quien está resuelto a no fallarle como le falló a su gran amor.
Así fue como el joven Tsukishiro aplicó a la plaza de Archivista y bibliotecario de la Academia Soffio Divino di Angel, en la isla Idarion, a donde se ha trasladado con su pequeña hermana para convivir de ahora en adelante mientras ella estudia teatro allí y él trabaja en el archivo de la escuela, encubriendo su verdadero labor como agente de inteligencia de la milicia.
Kailen nació en Osaka hace 25 años, hijo de dos magnates de la industria textil, heredó la naturaleza espiritual de su padre.
Ya desde niño demostraba poseer un cierto grado de astucia y madurez bastante poco común para su edad.
Su inteligencia y capacidad lo llevó a acabar su educación básica dos años antes de lo previsto para el ciclo; por lo que las materias del bachillerato las estudió en casa con tutores, graduándose en la mitad del período previsto. Con 13 años Kai ya se había concluido, con calificaciones perfectas, sus estudios.
Desde pequeño siempre pasó mucho tiempo en su casa, dado que no lograba encajar bien con los demás niños de su edad y pocos eran los mayores que se predisponían a tomar en serio a un niño. Por esta razón creció muy apegado a la pequeña que sus padres adoptaron cuando él tenía 12 años: Selene.
Desde su llegada a la casa Selene se volvió una especie de refugio para Kailen, siendo la única que no lo veía ni trataba diferente, la única que le brindaba algo de ternura a su existencia fría.
Su hermana se convirtió en aquello que Kai quería proteger por encima de todas las cosas, por ello cuando la familia se enteró de que la pequeña sufría una extraña condición patológica en sus pulmones, fue un golpe muy duro para todos, pero en especial para él que durante dos años tuvo que vivir viendo como su hermana era sometida a dolorosos tratamientos y en varias ocasiones internada al borde de la muerte.
Desesperados por encontrar alguna cura para la condición de Selene sus padres estaban dispuestos a invertir hasta la última gota de su fortuna, sin embargo Kai, que ya había investigado lo suficiente y hablado con los más capacitados expertos, sabía que no había nada convencional que pudiera ayudar a la condición tan delicada de Selene.
Por ello fue que luego de haber investigado acerca de un proyecto militar que apenas comenzaba a gestarse, el muchacho tuvo la idea de recurrir a los laboratorios del Ejército con el fin de ofrecerse como sujeto de pruebas para sus proyectos a cambio de que probaran en su hermana un tratamiento experimental del que él había leído al hackear la base de datos de la Milicia; dicho delito le podría haber costado ir a la cárcel pero siendo menor y con la salud de Selene en juego eso era lo que menos le importaba.
Finalmente la milicia se vio interesada en el oferta del chico, luego de practicarle ciertos análisis y verificar que, efectivamente su organismo y la estructura de su cerebro eran bastante particulares incluso en un ser espiritual.
Con el rótulo de su expediente como “enrolamiento voluntario”, Kai abandonó el hogar paterno a los 15 años, luego de comprobar que el tratamiento había mejorado notablemente la salud de su hermana y le proporcionaría una calidad de vida decente; aún si no habían conseguido curarla por completo, su vida ya no corría peligro; eso era lo único que contaba para su hermano mayor… incluso si no volvía a verla.
Ingresar al laboratorio fue de cuenta una nueva experiencia para Kai, al principio los experimentos parecían más bien inofensivos, algunos pinchazos, ingerir pastillas, a veces sueros, otras ayuno de un día. Nada del otro mundo.
Hizo algunos amigos dentro de su grupo de prueba, ellos eran los primeros 10 sujetos de análisis, a él le correspondía el número 7, particularmente se hizo cercano con la chica número 3 quien nunca supo como se llamaba, porque a causa del protocolo de privacidad del proyecto tenían prohibido revelar sus verdaderos nombres.
Dada la capacidad estratégica y habilidad de comando que había demostrado Kailen en los desafíos de ingenio que se le habían puesto, ocasionalmente él era enviado a misiones de combate, consiguiendo avanzar rangos en cada misión que completaba exitosamente.
Habiendo ascendido a Coronel, fue cuando conoció al entonces Capitán Alexei Reljan.
Alexei se había presentado ante él rindiendo los honores correspondientes a su rango, y luego de informar su propio rango había preguntado el nombre de su superior, con intención de dar el propio a cambio.
'No necesitas saber mi nombre, solo que soy tu superior, Capitán. Llámame Coronel'.
A pesar de la respuesta que cualquier hubiera encontrado hostil, Alec halló cierta complicidad en las palabras de Kailen y a su vez Kai pudo percibir las vibraciones de comodidad provenientes de su subordinado.
Fue durante la misión que se les había encomendando en aquella ocasión que, debido a un descuido de Kai (Producto de un malestar ocasionado por los efectos secundarios de la experimentación), Alec acabó salvándolo de caer a los rápidos y morir ahogado.
Al sentirse mejor Kai intentó agradecerle, pero en medio de su discurso se vio cortado a causa de no conocer el nombre de su interlocutor, puesto que ni siquiera le había prestado atención a eso en el expediente; o mejor dicho; se había centrado demasiado en enterarse de sus habilidades e historia clínica, como para preocuparse de nimiedades como sus datos personales.
'No necesitas saber mi nombre, solo que soy el que te salvó la vida. Llámame Capitán'.
Se lo había devuelto, y con total elegancia. Le había agradado aquel tipo y al final ambos habían acabado dando sus nombres y se volvieron cercanos durante las semanas que duró aquella misión. Luego coincidieron alguna que otra vez en otros proyectos que acabaron volviéndolos buenos amigos, dos hombres que compartían muchas cosas en común, hasta que el Tsukishiro se convirtió en un general de dos estrellas y dejó de ser enviado fuera del laboratorio.
Kai se había alegrado de saber que Alexei estaba calificado en el grupo azul, de acuerdo al color que otorgaba la milicia a los sujetos de prueba, implicaba hasta que fase de la experimentación llegarían: los azules estaban en el segundo rango más bajo, solo sucedidos por los amarillos; por lo que Alec no llegaría más allá de la tercer fase; mientras que Kai ya se encontraba en la séptima, al igual que el resto de su grupo: El grupo blanco; estaba previsto que ellos diez llegaran hasta la etapa final del experimento, de manera de volverse los primeros sujetos perfeccionados por el ejército.
En la séptima etapa los efectos adversos de la experimentación se volvían mucho más acentuados, los sujetos 8 y 5 habían perdido todo el pelo de sus cuerpos, 6 había muerto ahogado en su propio vómito, 10 había quedado ciego.
El resto podían sobrellevar las secuelas a pesar de los constantes dolores y malestares ocasionales.
Para cuando llegó la décima etapa del proyecto, los efectos habían comenzado a salirse de control.
Una mañana Kai y 3 habían encontrado a 1 comiéndose su propio brazo derecho, ella tuvo que correr a vomitar mientras Kai trataba de controlar a su compañero a quién ya podía verle expuestas partes del cúbito y el radio.
1 había muerto al día siguiente mientras deliraba por una fiebre imposible de tolerar para cualquier cuerpo: llegando a los 60° literalmente se había cocinado a sí mismo.
El horror pronto había invadido a los sobrevivientes, 3 se había aferrado a Kai más que nunca y él había sentido la necesidad de protegerla con todas sus fuerzas y aún así había tenido que sufrir la frustración más inmensa de saber que nada podía hacerse. Ellos estaban allí por propia voluntad. Ellos habían autorizado a la milicia a hacer lo que quisieran con sus cuerpos y esas eran las consecuencias.
Resignados a no saber si el siguiente día sería el último, los sobrevivientes se propusieron vivir de esa manera.
Kai se apegó a su compañera, compartió cada segundo de su día con ella, cada secreto, cada sueño, cada alegría y cada temor… y pronto su mayor temor se había vuelto perderla… Recordó cuando la había conocido, la única que había bromeado con todos ellos, que le había cantado canciones de cuna a 9 y 10 que eran los más jóvenes del grupo, la que había conseguido confortar y levantar la autoestima de 8 y 5 luego de que perdieran todo el pelo; ella era el espíritu del grupo y aún así lo admiraba a él, se refugiaba en él, lo atesoraba no solo como a un líder sino como a un camarada… Cuanto habría dado Kai por no haberla conocido en medio de aquel horror.
La doceava etapa se llevó a 5,8,9 y 10, de maneras parecidas, horribles y agónicas.
Quedaban cuatro sujetos y los efectos colaterales se habían tornado demasiado agresivos, de la nada un día 2 había acabado raspando sus dientes contra la pared hasta que la mayoría se habían desprendido de las encías, inútiles habían sido los intentos de los otros tres por detenerlo.
A pesar del sufrimiento indescriptible, 2 había sobrevivido y los científicos estaban encantados con la idea, dispuestos a someterlo a la siguiente fase de la experimentación; ese día se lo habían llevado a otro laboratorio. La etapa 13 había comenzado para todos.
3 había temblado toda la noche entre los brazos de Kailen y él había intentado calmarla aún si su cuerpo mismo sudaba en exceso a causa de los retortijones internos que le oprimían hasta los nervios ocasionándole un dolor que habría hecho gritar en agonía y enloquecer a cualquiera; pero no a él… no a Kai que tenía que ser fuerte por ella por encima de todas las cosas.
Luego de que se llevaran a 2, 4 estaba resignado a la locura, se la había pasado maldiciendo y golpeando cosas, probablemente tuvieran que colocarle una camisa de fuerza para poder suministrarle las próximas dosis de drogas.
Esa noche 3 se había dormido junto a Kai hablándole nuevamente sobre su hermana mayor, enterarse de eso había sido una de las primeras cosas que los había hecho acercarse al saber que ambos compartían aquella solemne devoción hacia esa persona que era su respectiva mejor amiga unida por el vínculo sagrado de la sangre.
No había tardado en quedarse dormida y luego de ella él. Solo unas horas después el chico había despertado entre los gritos de agonía de su compañera; el horror de imaginar su muerte lo había invadido y se había negado a aceptarlo, sin embargo cuando ella comenzó a derramar sangre por la boca y los ojos; la comprensión del inminente final había rasgado con violencia a través de él.
'Mátame'.
Le había suplicado ella a sabiendas de que sí sobrevivía correría el mismo destino que 2, no toleraría más… los militares harían lo que fuera para mantenerla viva, aún cuando tenía el hígado completamente necrosado.
'No puedo hacer eso…'
Él había sollozado con ella y le había limpiado las lágrimas sangrientas, pero sabía lo que tenía que hacer… sabía que tenía que liberarla del horror que la aguardaba; sabía que dejarla sobrevivir solo sería prolongar su agonía, que ella moriría lejos de él… sin nadie que sostuviera su mano con ternura mientras se despedía de este mundo.
'Me llamo Kailen… ¿Me dirás tu nombre al menos?'
Jadeando por el dolor ella había sonreído y alzado la mano temblorosa para acunar la mejilla del joven; entonces había negado suavemente con la cabeza.
'No necesitas un nombre que te atormente de aquí en adelante… Tienes suficiente con un número…3 también es mi nombre verdadero… Es el nombre con el que conocí a Kai y Kai ha sido lo único verdadero que he tenido los últimos 8 años'.
Llorando como un niño él la había besado por última vez y entonces, con la fuerza extraordinaria que le habían otorgado los años de tortuosa experimentación, le había rodeado el cuello y lo había presionado hasta que se rompió.
Entonces tres no respiró más… Y por unos segundos eternos, Kai tampoco lo hizo. Ese día había perdido su corazón, él mismo lo había ahogado.
La muerte de 3 se había archivado confidencialmente con la verdadera descripción; para la familia habría muerto en cumplimiento del deber y su cuerpo habría sido catalogado como desaparecido.
Solo 7 y 4 habían sobrevivido al experimento y llegado a la etapa final (15); sus cuerpos y habilidades eran diferentes y superiores a las de cualquier ser conocido hasta el momento… A 4 le había costado su mente… a Kai: su alma.
Aún así las consecuencias físicas no fueron menores para el Tsukishiro, quien hasta el día de la fecha padece arritmias, cólicos, bronco-espasmos, nauseas, hematemesis, agarrotamientos musculares, hemoptisis, dolor en los nervios y proctorragia; sin embargo incluso esos horrores lo distraen un poco del sufrimiento y la culpa que lo atormentan realmente.
Ya en su hogar, había tenido algunos meses de tranquilidad, luego de ser derivado a la unidad de inteligencia del Ejército.
Una de las primeras cosas que llamaron su atención, durante el trabajo en esta división, fue el enterarse de aquel conflicto armado que había tenido lugar en Macedonia, supo así de la muerte de la familia de Alexei, pero así mismo se enteró de que su sobrino había sobrevivido y se encontraba internado.
Cuando estuvo enterado de esta noticia inmediatamente viajó a aquella ciudad y acudió al hospital, desde ese momento tomó cuidado del pequeño Andrei cuyo cuerpo padecía severas lesiones y terribles dolores el primer tiempo. Cuando la guerra finalizó, Kai se dispuso a informar a Alec acerca del paradero y estado de su sobrino. Sin embargo, al llegar a aquella clínica de la milicia, descubrió que todo era un caos debido a que el idiota de Alexei se había escapado de allí.
Solo pudo comprender lo que sucedía luego de que el Escuadrón del Reljan apareciera ante la corte marcial para testificar lo que había sucedido con ellos que habían sido tomados como prisioneros de guerra. Kai comprendió demasiado rápido que su compañero se había entregado para salvar la vida de sus compañeros; por lo que a partir de ese día no cesó de buscarlo… desmanteló cada galpón, cada escondite, cada antro… Todo lo que estuviera mínimamente vinculado a aquellos grupos para-militares.
Casi un año después de emprendida aquella cruzada, finalmente dio con el paradero de Alexei… Le costó trabajo reconocer aquel cuerpo maltrecho, desnutrido y deshidratado; sin embargo tomó cuidado de él (tal y como había hecho con su sobrino los pasados 15 meses), y aguardó pacientemente a que este se recuperar luego de algunas semanas, para reencontrarse con lo que quedaba de su familia.
Luego de asegurarse de dejar a Alec y su sobrino en una situación estable, Kai regresó a Japón y los siguientes meses transcurrieron con relativa calma, sin embargo al poco tiempo Selene decidió estudiar Arte en una prestigiosa academia en la región insular de Italia, por lo mismo su hermano solicitó su traslado hacia allí con el fin de permanecer cerca de la chica y así poder cuidarla, en vista de que ella es la única persona que realmente puede proteger en este mundo y a quien está resuelto a no fallarle como le falló a su gran amor.
Así fue como el joven Tsukishiro aplicó a la plaza de Archivista y bibliotecario de la Academia Soffio Divino di Angel, en la isla Idarion, a donde se ha trasladado con su pequeña hermana para convivir de ahora en adelante mientras ella estudia teatro allí y él trabaja en el archivo de la escuela, encubriendo su verdadero labor como agente de inteligencia de la milicia.
Gustos Los fuegos artificiales Las armas de fuego Los felinos Pasar tiempo con su hermana y cuidar de ella El número 3 Cierta voz que lo arrulla en sus pensamientos por las noches | Disgustos Los espacios físicos reducidos Las jeringas El olor de los hospitales Los laboratorios Hablar de su pasado o de la salud de Selene Las bebidas alcohólicas |
Ficha para Idarion Terra por Salvatore Lobbosco
Kailen Irie
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Vie Abr 13, 2018 6:04 pm por Cian Sheehan
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Sáb Mar 17, 2018 10:56 am por Gu Bei Chen
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