Real face || Priv

Tenía un concierto programado para el día siguiente y por algún motivo Calliope sentía que no tenía suficiente ropa como para el concierto, aunque ya había sido visto y revisado por su manager el día anterior, pero aun no se sentía segura de que iba a ser completamente increíble, no estaba segura de que iba a superar sus espectativas y lo que creía que Odette hacía en todas sus presentaciones, esperaba ser tan increíble como ella y no defraudar a sus queridos fans. Los había ganado con tanto esfuerzo, con tanta dedicación y no podía permitirse caer tan bajo como ella. Necesitaba demostrarse que era la mejor en lo que hacía, muchísimo mejor que su prima, Odette.

Por eso mismo se había propuesto conquistar a Dante Zuegg, el prometido de su prima. Su prima tenía a un hombre super increíblemente sensual como prometido y ni siquiera lo valoraba. De hecho, conocía que se llevaban mal, pero al menos ella se daba cuenta de lo ciega que estaba siendo su prima, de lo estúpida que estaba siendo al no darse cuenta de lo que tenía enfrente. Pero ella tampoco quería a su estúpido hombre, la gente con dinero siempre es igual de carácter y si su querida prima le caía mal, no se imaginaba como podría caerle el prometido de esta. Dejó escapar un suspiro cuando bajó del auto del manager, en el que viajaba por la ciudad siempre que lo requería, y entró al centro comercial. Comenzó a caminar por los pasillos mirando sin mirar nada en realidad, como si solamente se tratara de una sombra que vagaba por doquier.

Decidió que lo mejor era ir a ver instrumentos, eso siempre le hacía sentir mejor, nada sería como ver los instrumentos eléctricos y elegir el siguiente por aprender. Amaba la música, pero no amaba tanto la música como el teatro, por eso había elegido aquella carrera a diferencia de su prima. Al actuar podía ser quien ella quisiera e incluso podía cantar debido al sector que había seleccionado musicales... Cuando entró al lugar, no pensó en que estaba buscando, quizás una flauta o un violín, recordaba haber aprendido cuando niña, aunque no cargaba con mucho dinero e intentaba vivir lo más humildemente posible, lo suficiente como para ser mejor que su prima, aunque sospecho que lo esencial sería dejar de intentar ser mejor que Odette, antes de que arruinara su calidad y esencia más de lo que llevaba en aquel instante.

Entonces, vio a alguien viendo los instrumentos y sus ojos se iluminaron. Se acercó con pintorescos pasos y le tocó el hombre con la gracia y suavidad de algún animal que fuera elegante, la verdad es que para otro podría ser una escena graciosa porque Calliope se tardó demasiados minutos intentando alcanzar la espalda del más alto con sus manos.

—¿Dante? Mira que sorpresa.— Exclamó, intentando sonar lo más casual.—Soy Calliope, es un gusto conocerte finalmente.— Mencionó, esta vez en un tono más neutral. No quería parecer una estúpida niñata.

Se puso nerviosa como nunca antes. No había tenido mucho contacto con hombres de cualquier tipo porque siempre había sido muy cerrada, siempre había ido a colegios cristianos exclusivos para chicas, así que el contacto que había mantenido con el sexo contrario había sido excaso, hablando de sus tíos, primos, su manager entre otros, pero completamente diferente a lo que debería ser lo usual. Dejó escapar un suspiro porque se sentía demasiado sofocada por la presión, no estaba segura de que se suponía que debía hacer para atraer la atención de un hombre, ni siquiera sabía si podía verse como una rival contra Odette y es que su prima era muy bella. Algo así como belleza natural. Cierto, Calliope también era muy bella, su cabello rubio y sus bellos ojos color turquesa, pero aun así había algo en el carisma, algo natural en Odette que la hacía ver mil veces más hermosa que cualquier mujer existente en el planeta tierra. Escuchó el llamado de su nombre y se ruborizó notoriamente incapaz de pronunciar palabra al respecto.

—Supongo que son cosas que suceden.— Y esbozó una sonrisa radiante en su rostro.—No esperaba encontrarte tan pronto.— Dejó escapar un suspiro breve pensando en la forma en la que podría escaparse, pero no tenía idea, quizás era el momento de comenzar a planear como conquistar el corazón del joven y no morir en el intento. Porque si Odette se daba cuenta de lo que intentaba, entonces sería realmente complicado coseguirlo. Tampoco es que le interesara del todo conseguirlo, porque a leguas se notaba que era un joven perfecto para su prima y ella no quería usurpar su lugar, solamente que los demás entendieran que era exactamente igual de capaz de su prima para conseguir que los demás se fijaran en ella. Se le notaba afligida por todos los pensamientos que rondaban en su cabeza, pero no quería hablar de ese tipo de cosas con Dante, ni siquiera lo conocía, quizás luego buscaría un amigo para hablar de esas cosas, pero no con alguien que conocía a la familia. Ni loca.

—La verdad es que estoy muy nerviosa. Especialmente porque creo que podrían ir fans de Odette, únicamente por mi apellido.— Confesó con un rubor en las mejillas, claramente se podía ver que se encontraba nerviosa, que tenía miedo. Dejó escapar un suspiro por soltar las palabras que ni siquiera se había permitido decir frente a su manager, ni siquiera frente a sus padres cuando sostenía aquella larga llamada por skype. No podía permitirse ningún tipo de error, no podía fallar. Tenía que ser excelente porque aquella era su oportunidad para brillar y necesitaba demostrar que era mejor, mejor que Odette.—Podemos dar una vuelta, sirve para que nos conozcamos.— Mostró una sonrisa amena, intentando ser quien realmente era. Se sintió mejor en aquel momento. Dejando de preocuparse por ser mejor que alguien que no podía ni imitar.—Creo que todo sería mejor si me concentro en lo que puedo hacer, ¿no crees?— Le miró y sujetó sus dos manos, abandonando los planes de conquista, al menos hasta que conociera bien a Dante y viera si podía interesarse por él. De lo contrario, no tendría sentido.

Si era normal que se pusiera nerviosa. En su ciudad natal había estado tan acostumbrada a las presentaciones que ni siquiera se había dado cuenta de lo grande que era lo que estaba haciendo. Pero tan pronto como había llegado a Idarion, se había dado cuenta de que no era tan sencillo como siempre le hicieron ver. Ahora no era la única Chrysomallis que se presentaba y tenía que demostrar que se encontraba a la ALTURA de su prima. Que era igual o incluso mejor y más buena que ella en esa área. Tenía que demostrar que tan increíble era, tenía que esforzarse mucho para no caer en el olvido temprano, porque podía ser algo existente, una posibilidad debido a que si los nervios la corrompían todo se iría al carajo rápidamente, conocía los riesgos, así que intentaba mantenerse tranquila y concentrada.

—Si te soy sincera, ese es mi mayor miedo.— No ser suficientemente buena, no lo mencionó, porque pensó que estaba implícito dado que estaba hablando de su prima justo en ese momento. De su fama, de sus fans, de sus muy críticos fans, su género era bastante diferente al de Odette, pero esperaba gustar de la misma manera que ella.—Te mataré si lo dices, pero la verdad es que Odette es muy buena en lo que hace.— Arrugó la frente y dejo escapar un suspiro, no tenía nada que ver, pero siempre se había sentido muy celosa del carisma de su prima, siempre sobresaliendo por encima de todo.

Por un momento, había olvidado el hecho que había estado intentando conquistar a Zuegg en el pasado. Bueno, no tanto como intentando porque era la primera vez que lo veía, pero si había estado planeando conquistarlo para que su prima entendiera lo que se sentía perder. Había desistido de intentar conquistarlo, a primera vista o parecía tan interesante como su prima lo había hecho ver. Pero, sucedió algo que no esperaba, aquel joven le dio animos y le hizo sentir un poco más tranquila. Su prima era una tonta, ese era un buen hombre, no comprendía porque las quejas sobre que era un hombre muy molesto y todo eso. Le parecía demasiado estúpido. Se sorprendió a un más cuando se dio cuenta de que un joven, un fan suyo, se había acercado a ella. Se sintió un poco nerviosa. No esperaba tener tal impacto en aquella isla o ser conocida, quizás el evento no sería tan malo.

—Oh, diablos. Eso me hace sentir mucho mejor.— Exclama, con una animada sonrisa.—No era ese el nombre que usabas con mi prima, ¿verdad?— Cuestionó con curiosidad.

Jamás había considerado decirle a alguien sus más grandes temores, especialmente en lo que se refería a Odette. Ella era tan increíble y la manera en la que cantaba era simplemente mágica. ¿Por qué ella no podía ser tan buena como Odette? Por más que lo había intentado, por más que lo practicaba, lo único que conseguía eran fragmentos de dolor. Pero decirlo le hacía sentir un poco mejor, la verdad es que no había esperado que el joven dijera que no le diría a nadie. Hasta donde sabía su relación con Odette era bastante mala así que no debería preocuparse porque el joven le confesara sus miedos, al final era él el único que terminaría sufriendo, y es que si ella quería ver destrucción y sangre, ella podía conseguirlo. Era una Chrysomallis y tenía su orgullo. Agradeció con la mirada aquello. Pero no iba a decir nada al respecto, porque no tendría sentido hacerlo.

Por un segundo había olvidado su segundo nombre. Aquel que no le gustaba porque era demasiado “Masculino”, pero en fin, seguía siendo su nombre. Lo había borrado por completo de su sistema porque era demasiado extraño para ella. Pero, ese chico lo estaba usando por algún motivo. En algún momento le gustaría descubrir porque a sus padres se le ocurrió un nombre tan pasado de moda como “Jasper”, ya había pasado por bromas sobre el fantasma de mismo nombre o el personaje de Twilight que todas las chicas idiotas amaban… En realidad, era bastante penoso para una chica como ella. Se ruborizó por lo que el chico dijo y frunció la nariz observándole fijamente. Pero no dudo en acercarse a aquella chica y ofrecerle un autógrafo. Y lo cierto fue que Dante tenía razón con que eso le daría un mejor día a la chica y a ella también, sentirse apreciada por sus fans era algo vital que determinaba la importancia de un idol. Ella solamente deseaba encontrar su voz, la que predominaba en su talento, pero era complicado encontrar lo que te gustaba cantar.

—¡Tenías razón!— Exclamó acercándose al hombre y dándole un rápido abrazo.—¡Eso se sintió increíble!—La sonrisa volvió a instalarse en el rostro de Calliope.—Pero, vuelve a decir lo de Odette y tendrás problemas. Yo… No pienso tanto en ella.— Murmuró con las mejillas ruborizadas. Aquello era demasiado… ¡Ni que le quisiera! Dejó escapar una risa autosuficiente y luego le miró un poco más apenada.—En fin, ¿quisieras ir a comer algo? Yo invito.— Le dijo con una leve sonrisa, apartándose del abrazo que comenzaba a ponerle nerviosa.

Realmente, no era una chica muy efusiva. Solía ser un poco cerrada con sus muestras de afecto, pero como estamos diciendo que ella quería cambiar y ser completamente diferente a como era antes de llegar a Idarion, al menos era algo que sus fans necesitaban y que ella necesitaba, olvidarse por completo de todo lo relacionado con la música y Odette y reiniciarse. En fin, quizás no era muy apropiado abrazar al prometido de tu prima en un lugar público, pero luego lidiaría con las cosas si es que llegaba a suceder algo. Igual, sería muy divertido encontrar a Thea leyendo el espectacular de alguna revista y que dijera justo eso. Sería divertido ver su reacción, pero tampoco le deseaba ningún mal a su prima, ella no se lo merecía.

—¡Solamente estoy jugando!— Exclamó saliendo del abrazo y comenzando a reír ruidosamente. Luego le volvió a soltar y se quedó en silencio, intentando tranquilizar sus sentimientos, sentía que nada tenía sentido, en absoluto.—Pero, creo que tienes razón. Estoy un poco obsesionada con Thea.— Bajó la mirada un poco y luego la levantó.—Creo que eso se debe a que la quiero. Me deprime que mi personalidad y la suya choquen y creo que tiene una idea equivoca sobre mí.— Sus palabras son lentas, como si estuviera pensando al tiempo que abre la boca. Se siente un poco nerviosa. Decide que quizás en el futuro escribirá una canción para definir cómo se siente respecto a Odette, pero en ese momento quiere pulirse y hacerse mejor y tener ánimos para el concierto del próximo día.

No estaba segura de que tan buena compañía resultara ser Dante, pero necesitaba un amigo y su personalidad de princesita del drama no le conseguiría buenas personas. Dante era buena persona, era bastante atractivo y si las cosas no funcionaban con su prima quizás podrían ser pareja. No es que le interesara, de hecho, ella se iba por jóvenes más jóvenes.. No es que fuera un viejo ni nada. Pero no era su estilo robarse a los novios de su prima, aunque ella lo maltrataba un poco, en fin. Quizás podría encontrar bueno consejos en Dante.

—Me gustaría que me aconsejaras.— No dice nada sobre la comida china, pero comienza a caminar hacia un establecimiento cercano donde sirven esa comida.—Resulta complicado, porque Thea siempre ha pensado que soy una niña egoísta. Siempre la he querido, pero he detestado que todo sea siempre sobre ella.— Expresa un poco tímida.—Quiero cambiar la imagen que ella tiene de mi.— Le mira a los ojos, esperando que pueda darle una respuesta. Necesita saber si realmente puede contar con él.