Tarquin A. Blackwood | ID |

Su perfil psicológico se lo calificaría como estructurado,  detallista y sumamente calculador enfrente a ciertos encargues importantes. Siempre prefiere accionar con postura neutral remarcando su absoluta reserva y demostrando, a su vez, de que tiene poco tacto hacia el mismo prójimo. No obstante sabe inspirar  respeto y autoridad por cada uno de sus poros. Además que tiene poca tolerancia a todo indicio de vulgaridad, no logra adaptarse a tal cosa y por más camuflaje indiferente que use, no tardará en relucir abiertamente su propio fastidio. Su modo de moverse es implementando sigilo y da por hecho, que de ello, se gana muchas cosas ventajosamente.

Por momentos adopta una actitud sumamente calmada ya que suele asumir un enorme control sobre si mismo. Tal como si le colocaran frente un toro furibundo:  éste lo cogería por las astas y lo acabaría tumbando contra el suelo. Tampoco significa que le fascine ir eternamente a cara de perro. Puede encubrir muy eficazmente sus propias intenciones,  formulando entonaciones suaves y finamente entintadas entre manchas de absoluta ironía. A parte que su carácter suele tacharse de tiránico al punto de mostrarse demasiado obsesivo en cuanto a los regímenes de la obediencia. Le agrada charlar sobre temas poco triviales, esas mismas que le rehuyen la gran mayoría para matar los tiempos. No obstante esa faceta tiene un lado desventajoso, debido a que no se muestra tan fácilmente así y más cuándo se le acercan por interés o sin motivo alguno. Actúa siendo siempre desconfiado, transmite la información precisa y de antemano analiza los gestos corporales del contrario. En una palabra: si quieres su confianza, no intentes mostrarte demasiado elocuente.

Otra dato demostrativo y muy representante, dentro de su indomable carácter, son los vestigios de un  comportamiento noctambulo.  Deambular, entretenerse con temas varios y quedarse contemplando el rostral nocturno hasta la próxima entrada del crepúsculo, le ayuda en cierto modo sobrellevar su propio insomnio. Es decir, no con ésto significaba que se ande movilizando siempre de forma maquinar y tiene bien entendido, que jugar con la propia salud de uno no equivale ha volverse insensible. Clasicista. Misterioso. Protector. Quinn sabe dividir su vida personal de su misma condición de vasallo, para él son cosas que deben mantenerse muy bien equilibradas. Aunque los dejes  maliciosos sensitivos de rompimiento a veces pueden atormentarle a pasares demasiados abismales.

Para detallar a Tarquin de una forma exhaustiva, precisa y certera tal como si se lo quisiese retractar o encuadrar en un sencillo bastidor pintado de blanco. Su aura de por si te dará la impresión de estar delante de un respetable caballero medieval con firmes matices de varón de los  50´, ya sea por comportamiento y gestos fuera de lo común.  Su contextura de cara es cuadrada tanto sea por su mentón y frente anchada, una resistente mandíbula dónde por momentos puede tener suspendido con aires soberbios un filtro de fino de tabaco negro apenas consumido o simplemente puede que mantenga bien cerrados e herméticos sus carnosos labios, sin mostrar el mínimo deseo por entonar alguna palabra e inclusive puede fingir prestarte atención cuándo sólo se encuentra dedicado exclusivamente a ver la mismísima pared a tu espalda casi siempre sumido en las profundidad de sus agitados pensamientos.

Sus ojos presentan una tonalidad oscura granate, una posible entrada segura que te hará vislumbrar su característica armonía dependiendo de su gran estado anímico. Como también haciéndole ciertos honores a su carga genética de grifo:  su vista se encuentra adaptada ha percibir las penumbras  y gracias a ello logra dibujarse una perfecta perspectiva panorámica dependiendo de la situación. Por lo que no es rareza que pueda encontrarte en medio de multitudes, actuando cuan fiel  perro enfrente tuyo o al lado opuesto de ti. No de adrede,  sino por que todo parte de su propia naturaleza protectora.

En tanto que su cabellera intermedia es de un color castaño cobrizo, con algunas ondulaciones en las puntas y corte recto cayéndole por los limites de la nuca o superficialmente a la zona del cuello de su camisa.  Mientras, que sin errarle en sus medidas corporales, se encuentra pesando alrededor de 80 kilos justos y su altura está alcanzado los 1,75 cm, a sí exponiendo esas típicas longitudes del excelentísimo arquetipo europeo. Tarquín desgasta sus ropas como caballero, en cuanto al modo de vestirse en horas de trabajo usa impecables trajes sin corbata, adecuados y abrochados perfectamente. Sin embargo, estando con ropa casual, es más descuidado casi al punto de lucirse de forma desprolija.

"Eran por aquellos tiempos, en donde la humanidad se sumían entre bélicas disputas del bien contra el mal, los mismos hombres, se enfrentaban unos contra otros: hermano con hermano, hijo con padre y padre con abuelo. (...) El grifo, aliado del Olimpio y fuertes emisarios de Apolo, según antaños manuscritos de la mitología griega, en las mentes de los visionarios romanos,  y por que no, reluciendo como emblema perdurable en antiguos escudos heráldicos. No obstante, se lo reconocía – comúnmente–, a muy grandes escalas cómo simbolismos soberbios, ingenios, fuertes y grandeza al espíritu. Tal así, que se lo caracterizaba también por tener los roles de fidelidad y protección (…) " 

Nacido el 6 de Mayo de 1986, en Norilsk, Siberia. En medio de un parto complicado que duró alrededor del transcurso puntual de tres y medias martirizantes horas. Al ser natural y no por vía cesarica, el nacimiento transcurrió un ritmo mucho más lentizado casi al punto de ser meticuloso. Ya que, los médicos, se tuvieron que debatir entre sus propios idealismos académicos y fé religiosa frente al delicado estado e inestable de la joven madre. Sin embargo, no pudieron aplazar por mucho tiempo aquellos factores desencadenantes y bestiales, cuán giros de tuercas, que se presentaron aquél mismo día, en el cual fueron traídos al mundo los gemelos Blackwood: Damon y un débil Tarquín.  Siendo ambos huérfanos de padres y sin parientes que los reconocieran, pasaron a ser trasladados a los cuidados un prestigioso orfanato.

¿Cómo continua está historia? ¿Quedarían olvidados? ¿Ahí quede todo? Pues.. Años más tarde, ellos continuarían con aquel  frágil legado que heredaron de sus mismos ancestros bestiales, se embrujarían con los encantos de una dulce mortalidad, tocando los terrenos recubiertos en una fieras llamaradas invencibles al propio ojo humano y sería, además, los indicios  destructivos de una enemistad fraternal por parte de ambos lados.  

En tanto que Quinn, independientemente del sendero que escogió su propio hermano gemelo, creció y se comenzó a instruir cómo cualquier infante de su edad  siguiendo; a su vez, los estrictos regímenes de sus adoptantes  pertenecientes al clado de habilidosos maestres joyeros. Mientras que durante la etapa de su adolescencia, apasionadamente, disfrutó de cada uno de los manjares que se le avistaban a diario desde la escarlata rosa revestida en duras espinas hasta las pieles tentadoras de féminas sumidas bajo los regocijos del pecado capital de la copula. Sin embargo, sin predecirlo, no tardaría en rendirse a los sentimientos humanos al cautivarse por una mozuela de procedencia noble, pura y casta frente a sus vacíos ojos. Enjaulada por los codiciosos caprichos de un tío tiránico puesta en sus manos empleándolo en el papel de celador silencioso. .

Actualmente, luego de ciertos sucesos significativos y sin rastros de tristeza dentro de su hueca alma, abandonó finalmente su hogar, hacia su próximo destino lejano islote  llamado  Idarion..

A su encuentro...