I try to forget the scar on my face [Priv]

No quería ni pensar en los meses que habían pasado desde la última vez que estuve en Idarion. Mi último recuerdo de la isla se formaba por la imagen de Marina en la fiesta de Navidad y luego… y luego vino el caos. Una llamada me hizo regresar en ese momento a mi "querida" Venecia, porque justo cuando podía decir que tenía superada la muerte de mi abuelo, mi abuela partía dejando un nuevo hueco en nuestras vidas. Pero… así era la vida, ¿no? Todos moriríamos algún día y quienes quedamos en pie no tenemos otro remedio mas que seguir adelante. Yo bien sabía que mi madre sufriría demasiado por esa pérdida, pero lo que nadie esperó… fue que su mente colapsara.

Por eso me ausenté de la escuela por largos y grises meses, ¡no podía dejarla así nada más! Destrozada, hundida en constante y cruel dolor, ignorando a cuantos nos encontrábamos a su alrededor… Llegó un punto en el que no supe qué era mejor: estar a su lado con la esperanza de ser útil para que su corazón sanara, o salir corriendo para salvarme de caer en una situación similar. Afortunadamente para mi, mi hermana mayor me ahorró el dilema y con ello la culpa pues resignándose a tomar su papel como nueva cabeza de familia me envió de regreso a la isla. Primero debía completarme como persona para poder ser alguien capaz de aportar a la situación.

Ahora tendría un retraso enorme en mis clases, y sinceramente retomar el teatro sintiéndome basura a cada instante luce más negro que cualquier cosa en esta vida. Aunque quizá… debería preocuparme más por la inseguridad que según decían los rumores reinaba actualmente en Idarion. ¿Qué había pasado durante mi ausencia? Justo eso quería saber, ¿Qué había sido de Marina…? Solo un par de mensaje le había enviado en todo este tiempo para hacerle saber que me retiraba temporalmente por cuestiones graves de familia. ¿Me pensaría como yo a ella?

-¿Debería cortar mis propias alas…?- murmuré al aire antes de ingresar a la cafetería en dónde había quedado de verme con Valentine. Todavía traía conmigo las maletas pues hacía menos de una hora que pisaba de nuevo la ciudad, quizá fue inapropiado llamarla y pedir que nos encontráramos, pero de verdad ansiaba verla aprovechando que era domingo y no tocaban clases. Claro que lo ideal sería borrar la cara de roto que me cargaba para no preocuparla, en eso… debí pensar antes. ¿Ahora cómo la componía? ¡Eres actor Faele! Ponte la máscara y no causes problemas al resto, o al menos no a ella…